La calificadora Standard and Poor's consideró que el plan de negocios del gobierno federal para Pemex no tuvo sorpresas y consideró que la empresa productiva del Estado vuelve a tomar un papel casi monopólico en actividades como exploración y producción.
"El plan contempla las perspectivas de negocio de Pemex hasta 2030 y reposiciona a la emblemática empresa en el epicentro del sector energético del país. En nuestra opinión, bajo este plan la política energética de México se revierte ya que Pemex retoma un rol cuasi-monopólico en el segmento de exploración y producción, mientras que de manera paralela fortalece las actividades de refinación para buscar autosuficiencia energética. Pemex está nuevamente detrás del volante, pero varios riesgos podrían surgir en el camino", consideró la agencia.
En un comentario sobre el plan de negocios de la empresa, Standard and Poor's dijo que la estrategia del gobierno se mantiene consistente con los anuncios que ha hecho desde diciembre para aliviar su situación financiera.
"Pemex está dando una vuelta en U al adoptar una estrategia que aumenta su exposición a los riesgos inherentes de la industria, y también asume importantes riesgos operativos. Además, tiene un mayor enfoque sobre resultados de corto plazo y genera dudas sobre la sostenibilidad de largo plazo", añadió.
La firma añadió que el anuncio del gobierno no implica cambios en la calificación de la petrolera, pero se mantiene la expectativa de una probabilidad casi cierta de apoyo extraordinario de parte del gobierno a la empresa, ante un escenario de estrés financiero.
Para Standard and Poor's, la decisión del gobierno de diferir y limitar la participación del sector privado en el sector energético subestima el valor que otros participantes pueden aportar en términos de experiencia, tecnologías de punta, capacidad de gestión y capital financiero para acelerar inversiones. "Los incentivos bajo el esquema de los Contratos de Servicios Integrales de Exploración y Extracción no serán suficientes para capturar todas las ventajas que puede traer la participación del sector privado en el desarrollo de la industria. Por esa razón, consideramos que la estrategia es riesgosa", explicó.