La tasa de desocupación en San Luis Potosí se ha mantenido en 3.8 por ciento por dos trimestres seguidos, una cifra que preocupa al sector empresarial. De acuerdo con la presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) en el estado, Imelda Elizalde, la explicación de este panorama se encuentra en los cambios en la política arancelaria y la modificación de la dinámica comercial con el principal socio del país: Estados Unidos.
“Las empresas han tenido que reconfigurar sus planes productivos, replantear sus esquemas de operación y ajustar sus flujos financieros. Esto ha derivado en paros técnicos, reducción de turnos e incluso el cierre de algunas líneas de producción. Todo ello se refleja directamente en el mercado laboral”, señaló la dirigente.
Elizalde destacó que el problema no solo impacta en el ingreso familiar y en la pérdida de poder adquisitivo, sino que también alimenta la informalidad.
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“Cuando una persona se queda sin empleo formal, se ve obligada a buscar alternativas en el mercado informal para cubrir sus necesidades básicas, y eso genera una cadena de efectos negativos en lo social y económico”, advirtió.
La líder empresarial reconoció que en San Luis Potosí ya existen empresas que han realizado recortes este año, principalmente dentro del sector metalmecánico. Esto no solo golpea a esa industria en específico, sino a toda la cadena productiva: desde la proveeduría local hasta los servicios secundarios.
“Cuando cae un sector, se arrastran también a otros que dependen de él. Por eso es urgente enfocar los esfuerzos en reactivar estos mercados”, afirmó.
Ante este escenario, Canacintra ha planteado la necesidad de abrir nuevos espacios de exportación y diversificar mercados. Un ejemplo de ello es el convenio firmado recientemente con la empresa PAR, gracias al cual seis compañías potosinas buscarán canales de comercialización más allá de Estados Unidos, utilizando el puerto de Galveston, Texas, como salida hacia destinos en Panamá y Centroamérica.
“México cuenta con empresas altamente certificadas que tienen la capacidad de competir en mercados internacionales distintos al norteamericano. El reto es facilitar su acceso a estas oportunidades y trabajar en conjunto con organismos y gobiernos para abrir esas puertas”, puntualizó.
Finalmente, Elizalde recalcó que la solución para reducir la tasa de desempleo pasa por mesas de trabajo entre sectores productivos y autoridades que permitan diseñar mecanismos de financiamiento, innovación y búsqueda de nuevos clientes globales.