La Asociación de Ejecutivos de la Gestión del Talento Humano (Aderiac) confirmó que la reducción de la jornada laboral en México a 40 horas semanales sigue en análisis y que, según lo planteado por el gobierno federal, su implementación sería gradual.

En entrevista, Daniel Escobedo, presidente de Aderiac, explicó que durante los recientes encuentros con representantes del gobierno federal se les informó que el tema podría retomarse en las próximas sesiones legislativas, probablemente hacia finales de año, aunque aún no se cuenta con el documento final.

“Nos dijeron que sí viene la reducción, pero de forma paulatina. Es muy alta la probabilidad de que así sea. Tal vez el próximo año empiece con una o dos horas menos por semana, y así de manera escalonada hasta alcanzar las 40 horas”, señaló.

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Escobedo, subrayó que el sector empresarial no se opone a la medida, sino que busca que venga acompañada de mecanismos de apoyo fiscal, especialmente para pequeñas y medianas empresas que podrían enfrentar incrementos en costos operativos.

“Estamos de acuerdo con que los trabajadores obtengan mejores condiciones; lo que pedimos es que también se generen incentivos para que las empresas puedan adaptarse. Propusimos que se amplíe la deducibilidad en temas de educación y capacitación, porque eso beneficia tanto al patrón como al empleado”, explicó.

El presidente de Aderiac precisó que una reducción de ocho horas semanales implica un aumento aproximado del 20 por ciento en el costo de la mano de obra, lo que obligaría a las empresas a contratar más personal o invertir en automatización para mantener los niveles de productividad.

“Hay dos caminos: contratar más gente o modernizar los procesos. Ambas opciones requieren inversión y de ahí la importancia de acompañar la reforma con apoyos fiscales y financieros”, puntualizó.

Así mismo reconoció que el impacto será diferente según el sector económico. Mientras algunas industrias podrían reorganizar sus turnos sin mayores dificultades, otras enfrentarían retos logísticos, especialmente aquellas donde los trabajadores buscan realizar más horas para mejorar sus ingresos.

“No todos los empleados desean trabajar menos; muchos buscan horas extra para aumentar su salario. Por eso insistimos en que debe existir un equilibrio que impulse la productividad y mejore las prestaciones sin afectar la competitividad del país”, dijo.

Finalmente, el representante empresarial destacó que el objetivo debe ser un modelo laboral de beneficio mutuo, donde las empresas mantengan su rentabilidad y los trabajadores accedan a una mejor calidad de vida.

“La idea es que esta reforma sea un ganar-ganar. México está preparado para avanzar hacia jornadas más humanas, pero con responsabilidad y planeación. La gradualidad es la clave para que todos podamos adaptarnos”, concluyó.

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