Rosca de reyes, una tradición que no muere

La tradicional rosca de reyes se celebra cada año bajo la creencia de la llegada de los tres reyes magos: Melchor, Gaspar y Baltazar que llegan de un largo viaje para rendir tributo al rey de los judíos. En la actualidad, cientos de familias celebran esta tradición con la partida de la rosca de reyes, esperando con ilusión o quizá, angustia, encontrar en su rebanada de pan el niño, el anillo o el dedal.

Jesús Sánchez es un panadero tradicional. Relata que con el tiempo la tradición ya no se celebra con la misma emoción, sin embargo, cada rosca sigue siendo un gran símbolo de unión y festejo para las familias que la consumen.

Desde que tiene memoria, Jesús señala que el proceso de una rosca de reyes puede llevar hasta más de cuatro horas, el sabor y decoración hasta sus ingredientes pueden variar según las preferencias de cada cliente. Don Jesús nos invita a ver todo este proceso.

La masa se prepara desde una noche antes, se deja reposar por 8 o 9 horas para el siguiente día comenzar a amasar, estirar, poner el "niño, dedal y anillo". El niño que se esconde en el pan representa a Jesús cuando era escondido por José y María evitando que fuera encontrado por Herodes, explica.

Posteriormente se le va dando forma de rosca para pasar a otras manos que comenzarán a decorar con dulces tradicionales como membrillo. La forma representa una corona, la cual se adorna con frutos secos y cristalizados de colores simulando las joyas que estaban incrustadas en las coronas de los Santos Reyes que significan Paz, Amor y Felicidad.

Para algunos la rebanada favorita puede ser la colorida composición de dulces, pero sin lugar a dudas la gran mayoría se inclina por la parte azucarada. La última etapa es cuando está lista para entrar al horno, y al paso de unos minutos la rosca está lista para disfrutar directamente del horno a la mesa.

En la actualidad la tradición dicta que quien encuentre al niño en el pedazo de rosca deberá ofrecer una celebración el 2 de febrero, en representación del cuidado del "niño" hasta su presentación ante el templo.

vkc