La mayoría en el Senado de Estados Unidos aprobó el nuevo pacto comercial con México y Canadá (T-MEC), lo que significa una victoria para el presidente Donald Trump quien está a las puertas de un juicio político.
Con 89 votos a favor y 10 en contra, los senadores dieron el visto bueno al nuevo tratado comercial.
El texto será enviado a Trump para su firma antes de abordar las acusaciones contra el presidente.
La Cámara de Representantes, dominada por los demócratas, dio el visto bueno al texto del T-MEC el 19 de diciembre, tras imponer varias enmiendas al borrador inicial.
El T-MEC fue firmado inicialmente el 30 de noviembre de 2018, y ratificado por México en junio de este año.
Tras meses de negociaciones, se acordaron enmiendas y un nuevo protocolo del T-MEC fue sellado con bombos y platillos el 10 de diciembre en Ciudad de México por los Ejecutivos de los tres países.
La versión final del T-MEC ya fue ratificada por el Senado mexicano el 12 de diciembre, en tanto Canadá ha prometido confirmar el acuerdo una vez que Estados Unidos lo haya adoptado.
El texto es una versión modificada del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que estaba en vigor desde 1994 y que Trump obligó a revisarlo bajo amenaza de desvincular a Estados Unidos.
Se espera que el Congreso de Canadá también lo ratifique una vez que regrese a laborar el próximo 27 de enero.
T-MEC, victoria para Trump
El líder de la mayoría en el Senado, el republicano Mitch McConnell, dijo que el pacto es una “gran victoria para el gobierno de Donald Trump, una gran victoria para todos los que queremos dejar atrás esta temporada de ruido político tóxico”.
Trump ha dicho que el pacto comercial vigente, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ha enviado millones de empleos fabriles a México, donde los sueldos son más bajos.
Aunque las negociaciones con Canadá y México finalizaron hace más de un año, los legisladores demócratas insistieron en cambios que según ellos aumentan las probabilidades de que México cumpla sus compromisos.
Como parte de las negociaciones, el gobierno de Trump aceptó eliminar una cláusula que ofrecía a los caros medicamentos biológicos -hechos de células vivas- 10 años de protección frente a la competencia.