La falta de espacios adecuados para que las mujeres trabajadoras puedan amamantar o extraerse leche materna sigue siendo una barrera silenciosa dentro del entorno laboral. Así lo señaló la presidenta de la Asociación Mexicana de Mujeres Empresarias (AMEXME), Ivette Larrea, quien destacó que si no hay salas de lactancia en los centros laborales las mujeres están en desventaja.

La presidenta de AMEXME compartió su postura desde una perspectiva profesional, pero también como madre, subrayando la importancia de garantizar condiciones que permitan a las mujeres ejercer su maternidad sin tener que renunciar a su desarrollo profesional.

“Sabemos que la leche materna es el mejor alimento para un bebé, y que en los primeros meses de vida, su salud depende en gran parte de esa nutrición”, explicó.

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Así mismo indicó que tener un lugar limpio, privado y seguro para extraerla y conservarla en condiciones óptimas no debería ser un lujo, sino parte de los derechos laborales básicos.

La dirigente señaló que es fundamental que más organizaciones se sumen a esta práctica, no solo por cumplir con normas, sino por empatía y responsabilidad social.

En palabras de la empresaria, contar con salas de lactancia puede marcar una gran diferencia en la vida de una mujer: “Muchas veces, cuando una mujer se entera que está embarazada o cuando regresa de su licencia de maternidad, se enfrenta a la difícil decisión de continuar o no con su trabajo. Tener este tipo de facilidades puede influir directamente en esa decisión.”

Además, subrayó que no se trata solo de un beneficio para la madre, sino de un impacto positivo para el bebé, para la empresa y para la sociedad. “Fomentar la lactancia materna desde el entorno laboral también es una apuesta por la salud pública”, apuntó.

“El equilibrio entre la vida laboral y la maternidad es posible, pero necesitamos políticas, espacios y actitudes que lo hagan realidad”, concluyó.

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