En San Luis Potosí, de 850 empresas que tienen relación con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), sólo 20 cuentan con salas de lactancia este 2025, lo que significa un ligero aumento, ya que en 2023 la cifra se ubicaba en 15.
Además, únicamente dos empresas, Nissin Manufactura y Maxion Wheels, están certificadas bajo la Norma Mexicana de Igualdad Laboral, así lo informó María Teresa Galicia Saldaña, directora de Inclusión Laboral en la STPS.
En entrevista para EL UNIVERSAL San Luis Potosí, Galicia Saldaña afirmó que la instalación de estos espacios "no es un privilegio, sino una medida mínima necesaria para garantizar condiciones laborales dignas para las madres trabajadoras".
La directora explicó que la lactancia materna exclusiva en los primeros seis meses de vida apenas alcanza al 30 por ciento de los bebés, en parte por la falta de infraestructura adecuada en los centros de trabajo.
Además, indicó que la presencia de salas de lactancia ha demostrado beneficios concretos, ya que en empresas que las han implementado, el ausentismo disminuyó del 2 por ciento al 0.9 por ciento y también se redujo la rotación de personal femenino.
“Los espacios requieren poca inversión, sólo un cuarto limpio y sillas cómodas, disposición y tiene muchos beneficios laborales", afirmó.
También explicó que en las empresas que ya cuentan con estos espacios, se otorgan dos recesos de media hora para que las madres puedan extraerse leche o amamantar.
“El contar con estos espacios no sólo garantiza salud y bienestar, también se vincula con los objetivos de desarrollo sostenible, a la igualdad de género, el acceso a la educación y aún trabajo digno sin prejuicios ni barreras culturales”, puntualizó.
Galicia Saldaña recordó que la participación laboral en el estado sigue siendo desigual ya que actualmente 75 de cada 100 hombres trabajan, frente a sólo 45 mujeres lo que refleja aún una persistencia de diferencia en el tema laboral.
Para Galicia Saldaña contar con salas de lactancia es un paso hacia la equidad, pues favorece la permanencia de las mujeres en el entorno laboral y disminuye su dependencia económica.
Finalmente, subrayó que aún falta mucho por reglamentar: “No todo se resuelve con una sala de lactancia, sí ayuda, pero se tiene que seguir trabajando en políticas más amplias que reconozcan las necesidades de las madres trabajadoras”, concluyó.