En el corazón de la zona diamante de San Luis Potosí, un conjunto arquitectónico ha captado la atención tanto por su diseño vanguardista como por la magnitud de sus dimensiones: Tangente 52.
Este imponente desarrollo de usos mixtos combina hotel, oficinas, departamentos y áreas comerciales en una de las ubicaciones más cotizadas de la ciudad.
Con una superficie construida de 42 mil 240 metros cuadrados sobre un terreno de 5 mil 865 metros cuadrados. Tangente 52 no es solo un lugar de paso, sino una pieza arquitectónica que marca un hito en el paisaje urbano potosino.
Tangente es un proyecto que sobresale no solo por su tamaño, sino también por su diseño innovador. Compuesto por dos etapas, la primera fase del proyecto incluye una estructura semi circular de seis niveles que alberga un hotel de 120 habitaciones y una torre de 15 niveles que sirve como base para oficinas y espacios comerciales. El diseño aprovecha la forma curva del terreno, integrando fluidamente sus elementos y optimizando la circulación de los visitantes.
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El acceso principal del complejo se distingue por un motor lobby cubierto que desemboca en una plaza con una pérgola semicircular, lo que facilita una circulación natural, separando los flujos peatonales hacia las diferentes áreas del conjunto. En la planta baja del hotel se encuentran un lobby a doble altura, un restaurante y locales comerciales. Los 5 niveles superiores albergan las habitaciones, distribuidas en 24 por planta.
Por otro lado, un edificio destinado a oficinas se extiende con 15 niveles. La planta baja ofrece una recepción para oficinas, mientras que el primer nivel se destina a más espacios comerciales. En los ocho niveles superiores, se presentan oficinas con planta libre, permitiendo una fácil subdivisión de los espacios. A partir del nivel 10, el edificio incorpora 32 departamentos, con amenidades como una alberca techada y un gimnasio, ideales tanto para quienes trabajan en el complejo como para aquellos que buscan residir en una de las zonas más exclusivas de la ciudad.
La segunda fase de Tangente 52 se desarrolla con un edificio de ocho niveles, dedicado principalmente a oficinas y tres niveles de estacionamiento que albergan hasta 240 cajones. Este edificio también cuenta con un vestíbulo de recepción rodeado de locales comerciales, y en su nivel 9, una terraza con puente que conecta con la primera etapa del complejo, ampliando las opciones de convivencia y circulación.
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El diseño arquitectónico de Tangente 52 fue encabezado por la reconocida firma Legorreta Arquitectos, despacho heredero del legado del arquitecto Ricardo Legorreta, famoso por integrar formas geométricas simples, colores vibrantes y una sensibilidad espacial profundamente arraigada en la arquitectura mexicana. En este proyecto, el equipo estuvo liderado por Víctor Legorreta y contó con la colaboración del despacho Díaz de Sandi Arquitectos y Asociados (GDS + A).
Pero más allá del diseño, surge una pregunta clave: ¿quién es el dueño de este complejo?
Aunque no se ha difundido públicamente el nombre de un propietario individual, la empresa Grupo México Plaza figura como la desarrolladora y contratista principal del proyecto. Se trata de una firma con experiencia en desarrollos de gran escala en el Bajío, que no solo financia este tipo de obras, sino que también suele encargarse de su gestión operativa y comercial.
En grandes proyectos de usos mixtos como Tangente 52, es habitual que el rol del “dueño” lo ocupe una empresa inmobiliaria o un fondo de inversión, que trabaja en conjunto con arquitectos, constructores y operadores hoteleros para materializar una visión integral. Es por eso que, aunque el nombre del desarrollador no siempre sea visible, su huella está presente en cada etapa del proyecto.
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Con su diseño distintivo, Tangente 52 no sólo marca un nuevo referente arquitectónico en San Luis Potosí, sino que también abre el camino para futuros desarrollos que fusionan estética, funcionalidad y sostenibilidad.
En definitiva, Tangente 52 es una representación de la visión contemporánea de la arquitectura mexicana.