El gigante tecnológico chino Huawei aseguró hoy que ofrecerá actualizaciones de seguridad a todos sus equipos después de conocerse que Google dejará de venderle componentes y software, mientras que el Gobierno de Pekín mostró su apoyo a la empresa para que tome "medidas legales y defienda sus derechos".

"Huawei ha hecho contribuciones sustanciales al desarrollo y crecimiento de Android. Como uno de sus socios clave globales, hemos trabajado estrechamente con su plataforma de código abierto para desarrollar un ecosistema que ha beneficiado tanto a los usuarios como a la industria", dijo la compañía en respuesta a la decisión estadounidense de limitar su aprovisionamiento y viabilidad.

La tecnológica china prometió que continuará proveyendo actualizaciones y servicios posventa a todos sus equipos, tanto "a los que ya se han vendido como a los que están aún en almacenamiento" y que seguirá construyendo un "ecosistema de software seguro y sostenible" para todos sus usuarios.

Entretanto, el Gobierno chino dijo hoy que apoya a sus compañías para que se defiendan de este último órdago que se enmarca dentro la disputa comercial y tecnológica que el país mantiene con EU.

"China apoya a las empresas chinas para que tomen medidas legales y defiendan sus legítimos derechos", aseveró el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores Lu Kang en una rueda de prensa.

Alphabet, la empresa paraguas de Google, ha decidido cortar sus suministros de material informático y algunos servicios de programación al gigante chino siguiendo la emergencia nacional declarada por el presidente estadounidense, Donald Trump, según fuentes citadas por Bloomberg.

Igualmente, los principales fabricantes de procesadores, Intel, Qualcomm, Xilinx Inc y Broadcom, han informado a sus empleados de que dejarán de facilitar componentes a Huawei hasta nuevo aviso.

Por su parte, Google China señaló hoy que la compañía está ahora "cumpliendo la norma" y "revisando sus implicaciones", según recoge The Beijing News, aunque indicó que los usuarios actuales de teléfonos inteligentes de Huawei podrán actualizar sus aplicaciones, así como los servicios de Google Play.

La duda es qué pasará en el momento en que Google lance una nueva versión de su sistema Android, puesto que Huawei en principio no podrá ofrecer la actualización en sus teléfonos.

"La peor pesadilla que una empresa pueda imaginar es que se interrumpa su cadena de suministro", comentó hoy la analista Kiranjeet Kaur, de IDC Asia-Pacífico, en declaraciones al diario hongkonés The South China Morning Post.

"Huawei aún puede continuar con Android usando código abierto y crear sus propias aplicaciones y servicios, pero eso no sucederá de un día para otro", sostiene Kaur, para quien la medida tendrá un "gran impacto" en el mercado exterior del gigante chino.

Sin embargo, la empresa lleva "años" trabajando para afrontar un "escenario de supervivencia en condiciones extremas" con "planes de contingencia que podrían activarse de la noche a la mañana", de acuerdo con declaraciones de He Tingbo, presidenta de HiSilicon, fabricante de microprocesadores de la tecnológica, recogidas por la publicación económica china Caixin.

En una carta dirigida el viernes a los empleados y recogida por Caixin, la compañía asegura que estos planes permitirán a la empresa continuar con su negocio en caso de que, algún día, no puedan adquirir chips y tecnología avanzada de Estados Unidos.

Por otro lado, el fundador y presidente ejecutivo de Huawei, Ren Zhengfei, indicó el sábado en una entrevista con la publicación japonesa Nikkei Asian Review que Huawei se ha estado preparando para el veto y "no va a tener problemas para funcionar sin chips estadounidenses".

Ren reconoció que Huawei "crecerá ligeramente a la baja" debido al veto, pero "Estados Unidos va a perder credibilidad al amenazar a sus socios de comercio".

Mientras, el rotativo oficial China Daily expresó hoy que la decisión tendrá un impacto "limitado" en el mercado chino, puesto que la mayoría de los servicios que ofrece la empresa estadounidense tiene "alternativas" en competidores locales como Tencent y Baidu.

Las últimas decisiones sobre Huawei se esperaban desde que el pasado miércoles el presidente Trump declaró el estado de emergencia nacional para prohibir a las compañías estadounidenses hacer negocios con empresas que supuestamente intentan espiar al país ni tampoco usar los equipos de telecomunicaciones que fabrican.

Desde hace tiempo, EU insiste en la idea de que Huawei puede ser un instrumento del espionaje chino y hay instituciones, como el Pentágono, que tienen totalmente prohibido su empleo.

Además, el Gobierno estadounidense ha presionado a la Unión Europea (UE) para que también imponga restricciones a Huawei, que se encuentra a la cabeza del desarrollo de la tecnología 5G.

Así, el oficialista El Diario del Pueblo arremetía hoy de nuevo contra la "hostilidad paranoica" estadounidense y una orden ejecutiva "fabricada por razones políticas" y que parte de "la calumnia de que China quiere controlar el internet del futuro" y "dividir las alianzas occidentales a golpe de bit".

Las medidas se suman a la guerra comercial que Trump ha entablado con China, que ha llevado a la imposición de aranceles a la importación de numerosos productos y que ha sido respondida con medidas similares por las autoridades de Pekín, y al tiempo agudizan la batalla por el control y desarrollo de las redes 5G.

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