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Juan P vive al norte de la ciudad, cercano a la salida a la carretera a Zacatecas, no concluyó la preparatoria y un tiempo trabajó como despachador de gasolina, sin embargo desde hace 10 meses forma parte de una importante empresa trasnacional qque fabrica piezas para automóviles y que esta a poco más de dos horas de su vivienda. Aunque al principio -confiesa- no tenía experiencia ni menor conocimiento sobre lo que realiza, reconoce que le ha tomado un gran gusto e incluso planea prepararse académicamente como técnico.
Las jornadas para muchos trabajadores, al igual que Juan, inician mucho antes de que ingresa a la planta, desde las 4:30 de la mañana las calles aún oscuras comienzan a registrar a los que se preparan para abordar el camión que los llevará hasta la planta. Las rutas llegan a las periferias y poblados de hasta dos horas y media de distancia, diariamente invierten cuatro horas únicamente en traslado, además de sus 8 horas laborales; es decir, la mitad del día es entre máquinas y traslados, el resto durmiendo para prepararse para una nueva jornada. En promedio un trabajador destina 24 horas a la semana en traslados, esto equivale a un día entero.
“Aquí pasa diez para las 5 y ya en lo que llegamos para entrar a las 7 y en la tarde pues igual, así es esto dormir y trabajar namas”.
Esta condición en el último año ha provocado la rotación del personal que emigra en busca no sólo de un mejor salario, sino de una empresa más cercana y con mejores oportunidades.
Conforme a la STPS, al cierre de 2017 algunas empresas alcanzaron hasta 7 puntos en rotación, para el cierre del 2018 se logró disminuir este dígito casi al 50 por ciento.
Este fenómeno ya ha sido detectado por las gerencias de recursos humanos, quiénes ya trabajan en el desarrollo de nuevas estrategias para atraer el talento de los poblados más cercanos a la ubicación de la planta.
Las instituciones gubernamentales también se han dado a la tarea de erradicar este fenómeno, pues además por trasladar al personal de mayores distancias, los accidentes en trayecto incrementaron más de un 50 por ciento.
Durante el primer semestre del 2018, la entidad se posicionó en el cuarto estado con mayor índice de accidentabilidad en el trabajo, con 5.5 accidentes por cada mil trabajadores según la STPS.
Las instituciones gubernamentales de forma conjunta con la iniciativa privada promueven ahora la “inmovilidad”, esto es, que las empresas se ubiquen en lugares donde se pueda detonar la empleabilidad, así como se construyan polígonos de vivienda que garanticen l mano de obra a las empresas. Un ejemplo de esto, es el parque Industrial colinas de San Luis, que se desarrolló al oriente de la ciudad y donde se impulsó también el proyecto de Ciudad Satélite.
nancy.hernandez@clabsa.com.mx
gpl