Una tercera parte del ciberacoso o ciberbullying se enfoca en el sector de los millennials mexicanos.
Cifras a 2015 del Inegi indican que 32.3% de los jóvenes de 20 a 29 años son los más afectados por el ciberacoso, seguidos por quienes tienen entre 12 y 19 años, con 26.7%.
Las entidades del país donde se padece más el ciberacoso son Aguascalientes, Estado de México, Quintana Roo, Puebla e Hidalgo, mientras que los estados con menores casos son Chihuahua, Jalisco, Sonora, Chiapas y la Ciudad de México.
El ciberacoso, de acuerdo con el Inegi, consiste en usar medios digitales para ofender, humillar, amenazar, acosar o abusar de alguien.
Entre las prácticas que usan los ciberacosadores se encuentran el registrar a las víctimas en sitios websin previo consentimiento; enviar spam o virus para causar daño; mandar mensajes o llamadas con insultos, amenazas, intimidantes o incómodos; contactar a los usuarios a través de identidades falsas.
También buscan dañar a las víctimas al publicar información vergonzosa, falsa o íntima; robar su identidad; enviarles videos o imágenes de contenido sexual o agresivo; obligarlas a dar una contraseña para vigilarlas y rastrear todas sus cuentas personales.
“El abundante uso de estas tecnologías conlleva muchos beneficios en cuanto al ejercicio de la libre expresión y el proceso educativo, por poner algunos ejemplos. Sin embargo, también se convierten en otra ventanilla de problemáticas sociales como el ciberacoso o ciberbullying”, señala The Social Intelligence Unit (SIU).
La consultora prevé que el crecimiento de usuarios de internet se acompañe con un incremento en las prácticas de ciberacoso.
“Si bien no existe abundante legislación dedicada a mitigar este tipo de acoso, en el corto plazo es posible desplegar campañas que promuevan acciones para que las personas, especialmente los jóvenes, sean capaces de reaccionar adecuadamente ante el ciberacoso”, recomienda The SIU en un análisis.
Entre las acciones que puede ejercer un usuario ante este problema, The SIU menciona “nunca responder, tomar screenshoots para mantener un registro de los ataques, bloquear y reportar, hablar con alguien sobre el ciberacoso sufrido, evaluar la seriedad de la situación, reportarlo a las autoridades, mantener los ajustes de privacidad lo más elevado posible y buscar intermediación de alguna autoridad”.