El libro “Bestias del tiempo perdido y sus relatos siniestros” de su autor Elliott Ruiz, un joven potosino de 24 años de edad, ya está disponible para deleitar la mente de aquellos amantes a la lectura imaginativa con un relato y un estilo no enfocado al terror tradicional (aquél que asusta), sino basado en cuentos que describen aquellas bestias que están en las propias personas y que aparecen cuando los errores no son resueltos en un momento de la vida, según lo describe su creador.
Elliott Ruiz comenta que desde pequeño fue fanático de la literatura fantasiosa e imaginativa e ideaba historias que a sus compañeros de escuela les gustaba escuchar, ya que lograba sumergir su mente dentro de la historia. “Vi la necesidad de aterrizarlo en algún arte así que escribí cuentos, aunque la gramática y el vocabulario me hacían falta, así estuve practicando y desarrollé un estilo de escritura”, comenta.
En esta primera obra, el joven escritor describe que en las 200 páginas que la integran, el lector encontrará la descripción del mundo a través de la oscuridad por medio de cuentos que narran historias y al final crea una conexión a través de una historia central.
“Me gustó ese tipo de filosofía al escribir estos cuentos y puse al tiempo como el principal actor de este libro”, refiere.
Su creación le llevó cerca de año y medio y cuenta con el apoyo editorial de Endira, además de que a la fecha ya tuvo una presentación dentro de la Feria Internacional del Libro en la ciudad de Guadalajara, atrayendo especialmente a público juvenil y adultos, quienes se mostraron interesados en continuar conociendo nuevas historias, basadas en el enfoque de su juvenil autor.
En la sinopsis del libro se describe una recopilación de cuentos que representan horrores culturales: esos monstruos que hemos engendrado sin darnos cuenta y que nacen de nuestro tiempo perdido, de aquellos minutos muertos que debimos utilizar para enfrentar los temores de una sociedad mal direccionada. Conoce una visión alterna de lo que puede significar el tiempo, el miedo y los infortunios bestiales protagonizados por nosotros mismos. ¿Cuánto tiempo más deberá perderse para reconocer que los monstruos en verdad existen?
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