Juana Paredes Torres, “Doña Juanita”, logró convertir su negocio familiar en un referente del Barrio de Tequisquiapan, un punto de escala obligada para los turistas en la capital potosina. Los tacos Juanita, destacan por su elaboración con carbón.

Desde hace 58 años en la esquina de Mariano Arista y Mariano Ávila el puesto se coloca, consta de unas cuantas mesas, sillas, un brasero y las manos de la nuera e hijas de Doña Juanita; ellas han continuado con la elaboración de los taquitos, pues desde que Doña Juanita fue operada de cataratas evita acercarse al comal debido a que no recuperó la vista del todo.

“Yo me eché de hacerlos 50 años, como perdí mi vista no veo ya bien, sigo manteniendo un lugar para ayudar a mis hijos, mis hijas viven conmigo y yo, donde quiera yo soy la responsable”,

Doña Juanita ha vivido en el Barrio de Tequisquiapan durante 75 años, en ese sitio inició a vender junto a su suegra, a la muerte de ésta continúo con el negocio e incorporó otros platillos como enchiladas, quesadillas, y otros que rescató del olvido, como los molotes.

“La receta (de los taquitos rojos) salió de una señora que le decían que Camilita, ella murió, yo empecé a vender y mi suegra, después murió mi suegra y desde entonces me quedé a vender”, del mismo modo revela el origen de los molotes, “los hacía también una señora que ya murió y yo agarré de venderlos y sí salen”.

Con el puesto de tacos, Doña Juanita, ha podido sacar adelante a sus nueve hijos, pues a la muerte de su esposo hace 42 años, se convirtió en el único sustento de la familia.

“Me acuerdo de mis hijos chiquitos, vendíamos en el colegio durito para ayudar; los mandaba a la primaria con la mitad de un bolillo (…) a todos los saqué de aquí, nada más les di la escuela primaria, eran otros tiempos y no le exigían a uno”.

Su trabajo, su constancia y el característico sabor de sus taquitos rojos se han reflejado en reconocimientos a nivel estatal, uno de estos entregado por el ex gobernador Marcelo de los Santos Fraga.

El negocio ha pasado de ser un solo puesto y ahora también ofrece servicio en eventos sociales, en festivales escolares, a través de las hijas y la nuera de Doña Juanita, “mis hijas son las que van a colegios grandes principales, son las que van, cuando no unas otras son las que venden para ellas, ya me dan a mí cualquier cosa, ellas son las que invierten su trabajo”.

Diariamente Doña Juanita prepara para la elaboración de los taquitos rojos 25 kilos de papa, 10 de zanahoria, además de lechuga, cueritos, chile para rajas, chile para salsa, 20 kilos de tortilla, cada día renueva los productos, pues considera que no puede vender algo que no es fresco.

Actualmente se enfrenta, como todos los potosinos, al incremento de precios, pero eso no le impide despertarse cada mañana para hacer lo que sabe, vender taquitos rojos, que han probado turistas extranjeros y de los cuales varias veces le han pedido la receta de su elaboración.

“Sí, me la han pedido con qué chile les pongo ya les platico y ya sabe si los harán o no”, sobre el futuro de los taquitos rojos, Doña Juanita no nos habló, pero es previsible que se mantendrán, gracias al legado que Juanita ha dejado en sus hijas y su nuera.

maria.medrano@clabsa.com.mx

apl

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