Una importante acusadora en el juicio de Harvey Weinsteintestificó que el productor le ordenó que se quitara la ropa y la violó en su habitación de hotel de Nueva York, pero se mantuvo en contacto porque “el ego de él era muy frágil” y quería que la viera como ingenua.

Llorando por momentos, describió una relación “degradante” y encuentros sexuales forzados con Weinstein cuando era una aspirante a actriz veinteañera. Dijo al jurado que Weinstein podía ser encantador y de un momento a otro estar furioso. Declaró que él que orinó sobre ella en algún momento y que una vez trató de besarla mientras peleaban, también que no la dejó ir hasta que él le practicara sexo oral.

“Si escuchaba la palabra ‘no’ era como un detonador para él”, dijo.

Las acusaciones de la mujer de 34 años son la base para los cargos más serios contra el exempresario de Hollywood quien se convirtió en uno de los principales señalados por el movimiento #MeToo.

Weinstein está acusado de violar a la mujer en 2013 y de abusar sexualmente de Mimi Haleyi, una exasistente de producción de “Project Runway”, en 2006. De resultar culpable podría pasar el resto de su vida tras las rejas.

El testimonio de la supuesta víctima de violación fue un momento decisivo para los fiscales y la defensa de Weinstein. Sus abogados planean presentar dudas sobre la credibilidad de la denunciante al abordar su complicada historia con el exproductor de cine.

Los abogados de Weinstein afirman que la mujer le envió mensajes cordiales, incluso coquetos, que dicen cosas como “te extraño, chico grande”. En ninguno de los más de 400 mensajes entre los dos la mujer acusó a Weinstein de lastimarla, han dicho sus abogados.

Weinstein, de 67 años, afirma que todas sus relaciones sexuales fueron consensuadas.

The Associated Press tiene como política no publicar los nombres de supuestas víctimas de abuso sexual sin su consentimiento. En el caso de la mujer que acusa a Weinstein de violación no ha quedado claro si desea ser identificada públicamente.

La mujer testificó que se mudó del estado de Washington a Los Angeles para desarrollar su carrera de actuación y conoció a Weinstein en una fiesta a finales de 2012 o principios de 2013.

Weinstein, el productor detrás de películas galardonadas con el Oscar como “Shakespeare in Love” (“Shakespeare apasionado”) y “Pulp Fiction” (“Tiempos violentos”) se ofreció a ayudarla y le pidió que se reunieran en una librería de Sunset Boulevard para hablar de la historia del negocio del cine.

Era como estar con “el gurú de Hollywood”, dijo. “Pensé que era una bendición”.

Después él le pidió que se reunieran en el Hotel Peninsula en Los Angeles para lo que ella pensó que sería una cena profesional.

Cuando Weinstein decidió que deberían ir a su suite, después de que un desconocido los interrumpió, ella lo acompañó pensando que Weinstein quería evitar la atención pública, dijo. Pero él la presionó para que le diera un masaje en la cama sin la camiseta puesta, aunque ella le dijo que no se sentía “cómoda sexualmente con alguien que no conocía”.

En otra ocasión Weinstein la invitó a ella y a una amiga a un bar en un hotel diferente, les dijo que les quería hacer una prueba para una película de vampiros y las invitó a una suite para darles un guion, dijo la mujer.

"¡Oh no!, sé lo que significa eso”, recordó que le dijo a él. “Y se rio de mí y me dijo ‘soy un viejo inofensivo’”.

Weinstein comenzó a desvestirse, entró a una habitación y la llamó. Cuando ella fue a ver qué quería, la tomó del brazo, cerró la puerta y “comenzó a tratar de besarme como loco”, dijo.

Agregó que forcejeó con él y él se puso cada vez más molesto y le dijo: “No te voy a dejar ir hasta que te haga algo”. Entonces le practicó sexo oral, dijo la acusadora al jurado, con la voz entrecortada.

Aunque ella dijo que fingió un orgasmo para poder terminar el encuentro, agregó que después comenzó a tener sexo oral no forzado con Weinstein.

“Estaba confundida después de lo que pasó y decidí estar en una relación con él”, agregó. A pesar de que no se sentía sexualmente atraída a Weinstein, sintió compasión por él y quería su aprobación, agregó.

En un viaje a Nueva York en 2013, fijó una cita para desayunar con Weinstein y algunos de sus amigos en un hotel donde ella se estaba quedando, dijo.

Agregó que le molestó que Weinstein pidiera una habitación para él, pero accedió a subir con él pensando que podría rechazarlo en privado.

En cambio, el fornido productor cerró la puerta, le gritó que se desvistiera “y estuvo sobre mí hasta que estaba completamente desnuda”, dijo al jurado.

Entonces él entró a otro cuarto, salió desnudo y la violó, testificó. Agregó que después ella corrió hacia un baño donde encontró una aguja en el bote de basura y creyó, tras investigar un poco, que Weinstein se había inyectado una sustancia para tener una erección.

A pesar de esto fue al estreno de una de sus películas poco después y permaneció en contacto con él por correo electrónico usando “mucha adulación y cumplidos”, agregó.

“Su ego era tan frágil”, dijo. “Eso también me hacía sentir segura, venerarlo en ese sentido ... quería que me percibiera como inocente e ingenua”.

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