Ricky Martin ha tenido un año intenso. Participó en las protestas de Puerto Rico, ha grabado su nuevo disco y la próxima semana presentará los Latin Grammy, pero de todo ello ha sacado un mensaje muy ilusionante sobre el auge de lo latino y los artistas emergentes que vienen pisando fuerte.

"Obviamente, estoy orgulloso de lo que está pasando. Yo que fui parte de esa primera explosión latina, a finales de los años 90, ver que esta nueva generación de artistas no tiene miedo de decir lo que siente, que utilizan de una forma instintiva el poder de convocatoria que les da la música para hablar de cosas que hace falta, se me infla el pecho (con ellos)", dijo a Efe por teléfono.

Junto a su compatriota Roselyn Sánchez y la española Paz Vega, Martin presentará el 14 de noviembre la vigésima edición de los Latin Grammy, que se celebrará en el MGM Grand Garden Arena Las Vegas.

Los nervios para el artista no vendrán solo por ser el maestro de ceremonias de la gran fiesta de la música latina, sino porque también presentará ahí su nuevo single "Cántalo" con Residente y Bad Bunny.

"Va a ser una noche mágica, loco. Vamos a estar uniendo generaciones. No importa qué edad tengas: te vas a poder sentar frente a la tele y vas a ver un viaje de música", prometió.

Con "mucha fe" y "superpreparados para todo lo queda pasar", Martin confesó que nunca ha presentado un evento "de esta magnitud", pero se dijo "protegido" por estar acompañado por sus "amigas" Roselyn Sánchez y Paz Vega y por "la excelencia" con la que siempre trabaja la Academia Latina de la Grabación.

"Soy intenso y todo mi equipo es igual de intenso. Y nos gustan los retos", aseguró.

Martin, además, es todo un veterano de los Latin Grammy: tiene tres gramófonos dorados y el premio honorífico Persona del Año que ganó en 2006.

"Tuve el honor de entrar al primer escenario de los Latin Grammy (primera edición, en 2000) de la mano de Gloria Estefan y Celia Cruz. Y ahora que se cumplen 20 años, que yo no tenía disco ni posibilidad de nominación, dije: 'Qué voy a hacer para poder ser parte de esta fiesta. No me lo quiero perder'", afirmó.

De ahí que cuando le propusieron tomar las riendas de la gala ni se lo pensó antes de aceptar.

Y Martin soplará las velas del vigésimo aniversario de los Latin Grammy precisamente interpretando por primera vez "Cántalo", el aperitivo de su nuevo álbum y una canción donde se rodea de los también puertorriqueños Residente y Bad Bunny.

El cantante confesó que las históricas protestas en Puerto Rico, que llevaron a la dimisión del gobernador Ricardo Rosselló, se colaron en el proceso de grabación.

"Es inevitable que se abran canales de creatividad. Estás rodeado de muchos artistas que fueron parte de este movimiento", dijo en alusión a cantantes como Residente y Bad Bunny que también se involucraron en las protestas.

"Cuando volví de las protestas al estudio, te podrás imaginar la catarsis... Lo que salió era algo muy intenso, muy visceral. Con mucha pasión. Las letras cambiaron por completo", aseguró.

En el caso de "Cántalo", Martin relató cómo este tema conecta con el histórico sello de salsa Fania Records.

"Fania me llama y me dice: 'Mira, Ricky, tenemos unos másters que fueron grabados en los 70 y confiamos en ti. Queremos que hagas algo con esto'. Y a mí se me puso la carne de gallina", recordó.

"Poder jugar con estos sonidos es de locura. Y es una responsabilidad bien grande. Inmediatamente llamé a Residente y Bad Bunny y les dije: 'Miren, señores, lo que tengo en mis manos. Y lo quiero compartir con ustedes'", agregó.

No obstante, el cantante adelantó que no es pura salsa, ya que lo suyo es "la fusión" de sonidos "latinos y caribeños", y cree que el resultado es "algo muy fino, muy representativo de lo que somos".

"Yo llevo la bandera del pop latino a donde quiera que vaya (...). Ah, estoy loco porque lo escuchen ya...", finalizó.

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