Un grupo de representantes de un grupo religioso demandó está semana a Netflix por unos 50 millones de dólares.
¿La razón? Una estatua que representa a Baphomet (Bafometo), una deidad con forma de macho cabrío que a menudo se considera una encarnación de Satanás.
El grupo El Templo Satánico asegura que en Las espeluznantes aventuras de Sabrina, la nueva serie de la plataforma de streaming, se utiliza sin autorización una réplica de una estatua de su propiedad.
La escultura se hizo popular hace tres años, cuando activistas de la organización la develaron en la ciudad de Detroit, Estados Unidos.
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En ese momento los líderes del grupo religioso aseguraron que ellos no creen en un "Satanás sobrenatural", sino en algo distinto.
"Nuestra estatua servirá como faro llamando a la compasión y a la empatía entre las criaturas vivientes", aseguró en esa oportunidad Lucien Greaves, cofundador de El Templo Satánico.
Y fue el propio Greaves quien el 30 de octubre publicó un tuit comparando la escultura de su santuario con la que aparece en "Sabrina".
En la demanda contra Netflix se señala que la réplica aparece en cuatro de los capítulos de la serie que protagoniza la actriz Kiernan Shipka.
Y el Templo Satánico asegura que además de violentar sus derechos, la serie ofrece una idea equivocada de lo que representa.
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Las aventuras de una bruja
Las espeluznantes aventuras de Sabrina es una serie que retrata a una adolescente, Sabrina Spellman, que es mitad humana, mitad bruja.
Está basada en un libro de cómic, que también inspiró a una serie de televisión que se emitió entre 1996 y 2003.
¿Qué es El Templo Satánico?
Fundado en 2012, el grupo trabaja para fomentar la separación de la iglesia y el Estado.
Tiene a Satán como un símbolo de "oposición a la autoridad arbitraria".
Con 15 filiales en Estados Unidos, la membresía se disparó después del triunfo electoral de Donald Trump, en 2016.
El grupo señaló que recibió miles de solicitudes de afiliación después de la votación, para sumarse a unos 100 mil socios que decían tener entonces.
Dentro de la serie hay personajes que adoran al "Señor Oscuro" o Satanás y practican el canibalismo y el culto forzado. Es allí donde se muestra la imagen de la controversia.
Y esta es la razón por la que los activistas de El Templo Satánico argumentan que sus miembros están siendo asociados con estos "antagonistas malvados", sobre todo con temas que ellos no propagan.
El cofundador del grupo indicó a la cadena CNBC que Bafometo fue creado para "representarnos como personas", mientras que la estatua dentro de la serie de Netflix "diluye y denigra" a su grupo.
Greaves confirmó que se decidió a emprender acciones legales contra los productores de la serie (Warner Brothers y Netflix) por "apropiarse de nuestra escultura -que está protegida por derechos de autor- para promover su estúpida ficción satanizadora".
El objetivo primordial de la escultura, recuerda, era servir de "complemento y contraste" al monumento de los 10 mandamientos que fue emplazado en la ciudad de Oklahoma, basándose en el principio de "libertad religiosa" que rige en Estados Unidos.