Michael B. Jordan vuelve a encantar a los críticos de cine con su carisma y actitud en "Creed II: Defendiendo el legado". El actor estadounidense, que ya había brillado en la primera entrega, es uno de los factores por los que la secuela logra mantener el nivel de la saga "Rocky".
Hace unos años, antes de "Creed" (2015), la idea de una precuela de las películas sobre Rocky Balbao hizo que varios apostaran por un inminente fracaso, pero no fue así. En su estreno hace cuatro años, la historia del hijo del fallecido Apollo Creed logró éxito en la taquilla recaudando más de 170 millones de dólares. Pero había mucho más que contar sobre el joven Adonis Creed, y esta nueva entrega vino a corroborarlo.
Adonis se convierte en campeón mundial tras librar una batalla perfecta sobre el ring, pero deberá defender su título de peso pesado con un rival inesperado: Viktor Drago (Florian Munteanu), hijo de Ivan Drago (Dolph Lundgren), el púgil que mató a su padre en 1985 ("Rocky IV").
Su guía, entrenador y amigo personal, Rocky Balboa (Sylvester Stallone), no está dispuesto a acompañarlo a librar la batalla frente al hijo de quien mató a su amigo, porque en él ve a una persona "capaz de hacer cualquier cosa, porque no tiene nada que perder".
En paralelo a la historia de Creed, la trama muestra a un gigantesco y fuerte Viktor siendo criado en un ambiente hostil, sin afectos y entrenado para ser una máquina despiadada de golpes. Su padre, Ivan, lo alimenta de sus historias de desdicha tras perder en Rusia frente a Balboa ("Rocky IV"). Según él, todos le dieron la espalda por haberse convertido en "un perdedor".
Cuando llega el momento en que el pasado y el presente se unen, Viktor y Adonis se enfrentan en una primera agónica batalla en una escena capaz de traspasar la tensión al espectador. Pero la rivalidad entre ambas familias no queda ahí. Adonis comenzará a experimentar importantes cambios en su vida profesional y personal que lo trasladan a un período de reflexión y aprendizaje, mientras que Drago sumará motivos para compensar el pasado de su padre.
El trabajo de Ryan Coogler en la película trae a los recuerdos "Rocky IV", con actuaciones memorables de Stallone, Lundgren y sobre todo de Jordan. Momentos de emotividad, intimidad, dolor y algunos espacios para el humor, convierten a "Creed II" en una valiosa secuela que quedará en los recuerdos como la despedida de Stallone de su épico personaje Rocky