Los ganadores de "Parásitos" se abrazan, sonrientes, cuando las cámaras se han apagado. Se quedan unos minutos más mientras el Teatro Dolby se vacía. Luego caminan emocionados por un pasillo negro y rojo. Hay una alfombra del mismo color en el piso de ese laberinto angosto y fotografías en blanco y negro de otros ganadores, como Audrey Hepburn. Suben un elevador con cortinas improvisadas, también rojas, y se alistan para la foto del recuerdo.

Ha sido una noche coreana sin más. Desde el anuncio a los nominados de la categoría de guion original, el apoyo del público era masivo. El aplauso fue consecuente al conocer que el ganador era Bong Joon-Ho, quien los hizo reír, gritar y, claro, romper cualquier regla, desde vitorear antes de tiempo y hasta sacar el celular.

Bong Joon-ho demostró ser favorito para llevarse la noche. Nadie lo dudaba ya cuando obtuvo el premio a Mejor Película Internacional con gran parte del público de pie. "Yo también", dijo alguien en medio de risas provocadas por el coreano al decir que estaba listo para beber.

bebidas_jesus_ok.jpg
Siempre hubo bebidas para todos durante la premiación. Foto: Jesús Díaz.

Repitió la fórmula cuando Spike Lee lo presentó como el mejor Director: esta vez le aplaudieron levantándose del asiento hasta que llegó al escenario. Más aún cuando dedicó el premio a Martin Scorsese. Todos de pie, reconocieron su humildad.

“Estudie con sus películas, solo estar nominado junto a él (Scorsese) sería un honor, jamás pensé que ganaría. Cuando la gente no estaba familiarizada con mi trabajo, Quentin siempre puso mis películas en su lista, gracias, y a Tod (Phillips) y Sam (Mendes),  si la Academia me lo permite me gustaría poder partir el Oscar en cinco pedazos y compartirlo con ustedes. Gracias y voy a tomar hasta mañana”.

El ambiente de la ceremonia comenzó sin atisbos, directo a lo energético, cuando a las 17:00 horas en Los Ángeles una voz anunció al público en el teatro Dolby: "Señoras y señores en un minutos estaremos en vivo por la NBC para todo el mundo".

Fue con Janelle Monáe cuando el espectáculo explotó. La cantante y actriz estadounidense dio la bienvenida a la 92 entrega de los Oscar con un show lleno de personajes de las películas nominadas. La acompañó Billy Porter y ambos hicieron bailar a los asistentes con el performance titulado “Un hermoso día en el barrio”.

janelle_monae_billy_porter_afp.jpg
Janelle Monáe y Billy Porter. Foto: AFP

No todos se movían, estaban atónitos con el escenario y las tres grandes pantallas que proyectaban, cada una, imágenes diferentes. Pero aplaudían, sonreían.

Las risas vinieron con la entrada al escenario de Steve Martin y Chris Rock: "Era mejor con presentadores", dijo alguien en el público. La verdad fue otra, tampoco se extrañó tanto a un conductor central.

Ambos actores hicieron referencia a los presentes, entre ellos Martin Scorsese y Brad Pitt, quien era el favorito en el Dolby. Su nombre atrajo aplausos, gritos y silbidos. El aplauso fue abrumador para Pitt cuando se llevó la estatuilla a Mejor Actor de Reparto.

brad_pitt_oscar_ap_0.jpg
Brad Pitt. Foto: AP

Las pausas entre una premiación y otra servían para que algunos pudieran tomarse fotos, supuestamente estaba prohibido el uso de celular, pero no importó. El glamour estaba en los detalles, como el baño con lociones. O en el equipo encargado exclusivamente para sentarse cuando alguien no estaba en los lugares que puede ver la cámara: algunos esperaron a la siguiente pausa para retomar el lugar.

Ganar fue una experiencia única no sólo para los que reciben la estatuilla sino los familiares y allegados. Como el publicista del documental “The neighbors window”, quien lloró al escuchar el nombre de Marshall Curry. "Es emocionante. Un sueño", decía a los que le rodeaban y contagiados, se animaban.

Lo mismo ocurrió con Andrew Buckland, el ganador de Edición, cuyo intento de hablar español emocionó a su esposa y familia, en pisos posteriores del Dolby.

Hubo momentos emocionantes. Como el de Laura Dern, ganadora a mejor actriz de reparto, dedicó el premio a sus padres.

laura_dern_oscar_reuters_0.jpg
Laura Dern. Foto: Reuters

Eminem, que rompió la solemnidad, de pronto muchos movían la cabeza a ritmo de “Lose yourself”, con smokings y vestidos de noche. Era una fiesta amenizada con bebidas.

En las pausas también se podía elegir tragos de distintos tipos, desde champaña hasta cócteles. Los aperitivos dependían de la zona, había canapés veganos hasta palomitas.

palomitas-oscar_jesus_ok.jpg
Los famosos y hasta los invitados podían comer palomitas. Foto. Jesús Díaz.

Las risas llegaron con James Corden y Rebel Wilson vestidos como en su papel de "Cats", fracaso en Hollywood de este año y criticado en la categoría que presentaron, efectos visuales. “Como integrantes del elenco de Cats, nadie sabe mejor que nosotros sobre la importancia de los efectos visuales”, bromearon.

james_corden_rebel_wilson_efe.jpg
James Corden y Rebel Wilson. Foto: EFE

En la presentación musical destacó Elton John con el tema  “(I'm Gonna) love me again” de la película "Rocketman". Al acabar su interpretación, el compositor británico recibió un aplauso de pie de 30 segundos, cuando la transmisión estaba en los anuncios. La ovación se extendió, como era de esperarse, al ganar en el Oscar.

Las lágrimas llegaron después de que Steven Spielberg presentara la cápsula “In memoriam” con la que recordaron a todos los personajes que fallecieron, entre ellos Kobe Bryant, Kirk Douglas y Agnes Varda. El momento fue amenizado por la cantante Billie Eilish, quien conmovió con “Yesterday”, de The Beatles.

En las categorías de mejor Actor y actriz no hubo sorpresas, eran los más esperados entre los invitados. Aun así, el mensaje de Joaquin creo un silencio especial entre los espectadores. (Ambos) Joaquin por los sin voz, y Renée por la unión de todos, y el reconocimiento de los maestros y héroes de vida.

La noche fue fiesta. Una coreana. No hubo caras largas en el Dolby.

Google News

TEMAS RELACIONADOS