Luis Miguel alguna vez fue “defeño”. De hecho, si no se hubiera revelado que nació el 19 de abril de 1970 en San Juan, Puerto Rico, seguiría siendo capitalino.

El cantante fue registrado de manera extemporánea en el Distrito Federal el 10 de octubre de 1986, según consta un documento oficial del Registro Civil que EL UNIVERSAL tiene en su poder.

Fue inscrito por Jaime Camil Garza, empresario y amigo de la familia, quien presentó un poder otorgado por un notario público en Madrid para representar al padre, Luis Gallego Sánchez. En el acta de nacimiento número 4039, expedida en la demarcación Miguel Hidalgo, se afirma que Luis Miguel nació en esa delegación de la capital mexicana.

Hasta el momento, sólo se había hecho pública la existencia de otro registro en México, realizado en Tlalpan al siguiente año, en 13 mayo de 1987, que afirmaba que el cantante había nacido en Veracruz.

Los años álgidos. Según sus biógrafos y lo visto en Luis Miguel, la serie —en la que el cantante funge como productor—, éste se distanció de su madre a finales de 1985, luego de la separación de sus padres.

Mienten, como siempre. Tener dos actas de nacimiento es común, aseguran expertos consultados. Muchos padres yerran al registrar nuevamente a sus hijos con el fin de cambiar apellidos o lugar de origen.

El registro de un hijo aboga a la buena voluntad ciudadana. El código civil prohíbe a un juez del Registro Civil “hacer inquisición sobre la paternidad”, esto es, juzgar a los padres o representantes “aunque aparezcan sospechosas de falsedad; sin perjuicio de que ésta sea castigada conforme a las prescripciones del Código Penal”.

Mentir ante una autoridad constituye un acto ilegal que, en 1986, bajo el antiguo Código Penal —que en el ámbito local se suplió en 2002— era castigado hasta con seis años de prisión y 300 días de multa. A tres décadas, este hecho prescribió y nadie puede ser inculpado.

Para la segunda acta, en donde se le acredita como veracruzano, no acudió Jaime Camil Garza, sino Carlos Julio Ricardo Suárez, comerciante y nuevo representante del padre.

Mostró un poder otorgado en Madrid por el notario Antonio Carrasco García, verificado por un homólogo local, el notario Gerardo Correa.

Mexicano por convicción. Al menos que exista un juicio de nulidad, las actas subsecuentes no sustutiyen a la primera, por lo que legalmente Luis Miguel sería capitalino de no haberse revelado su origen.

Además de una factible la nacionalidad estadounidense por nacimiento —y española e italiana por parentezco—, el cantante optó por naturalizarse mexicano, país del que se siente parte, como dejó claro en una entrevista televisiva realizada en 1994.

“Los papeles son los papeles, y lo que uno siente es lo que uno siente. Yo me siento mexicano, voy a seguir siendo mexicano, voy a morirme como tal. Ya después, que existan otras versiones, no me afecta”

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