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La actriz estadounidense Felicity Huffman fue sentenciada este viernes en Boston a pasar 14 días en la cárcel, tras declararse culpable de pagar 15 mil dólares para falsificar el examen de ingreso universitario de su hija mayor.
La sentencia, aplicada en el marco de un gran escándalo de pago de sobornos para garantizar el acceso a prestigiosas universidades de Estados Unidos, no es tan dura como la que deseaba la fiscalía, que pedía un mes de cárcel bajo el argumento de que no se debe permitir a padres ricos corromper el sistema.
Los abogados de la actriz de la famosa serie televisiva "Desperate Housewives" proponían por su lado que fuese sentenciada a un año de libertad condicional, trabajos comunitarios y una multa de 20 mil dólares.
Finalmente, la jueza Indira Talwani, a cargo del caso, se inclinó por una estadía más breve tras las rejas, un año de libertad condicional, una multa de 30 mil dólares y 250 horas de trabajo comunitario, y dijo que esto permitirá a la actriz "reconstruir su vida".
"Después de eso, habrá pagado su deuda", declaró la jueza, según periodistas presentes en la sala.
"Creo que sin esta sentencia enfrentaría un futuro en la comunidad, con la gente que le rodea preguntando por qué consiguió salirse con la suya", añadió.
"Me gustaría volver a pedir perdón a mi hija, a mi esposo, a mi familia y a la comunidad educativa por mis acciones", dijo Huffman en la corte, llorando.
"Y especialmente quiero pedir perdón a los estudiantes que trabajan duro cada día para entrar a la universidad, y a los padres que hacen sacrificios tremendos para apoyar a sus hijos", añadió.
Huffman, que acaba de estrenar en Netflix la comedia "Otherhood", fue la primera de una treintena de padres inculpados en ser sentenciada.
Sus abogados pidieron que cumpla la pena en una prisión de baja seguridad para mujeres del norte de California.
En mayo, se había declarado culpable de pagar 15 mil dólares -disfrazados como una donación caritativa- al responsable de una empresa especializada en exámenes de ingresos universitarios, para que el resultado de su hija fuese mejorado.
En una carta enviada a la jueza a comienzos de septiembre, Huffman explicó por qué decidió pagar el soborno para falsificar los exámenes de su hija, que ha tenido problemas de aprendizaje pero nunca le pidió nada.
"En mi voluntad desesperada de ser una buena madre, me convencí de que solo le daba a mi hija una oportunidad honesta", escribió. "Ahora veo la ironía, porque lo que hice fue lo contrario de honesto. Violé la ley, engañé al mundo de la educación, traicioné a mi hija y le fallé a mi familia".
Un total de 50 personas fueron inculpadas en el escándalo que estalló en marzo pasado, entre ellas 33 padres adinerados, "un catálogo de riqueza y privilegio", administradores de exámenes de admisión universitaria y entrenadores deportivos, según el fiscal de Massachusetts Andrew Lelling.
La otra celebridad implicada en el escándalo es la actriz Lori Loughlin, de la serie "Full House" (Tres por tres), que junto a su marido se declaró no culpable y está a la espera de un juicio.
El jefe del esquema, William Rick Singer, que habría recibido unos 25 millones de dólares en coimas, se declaró culpable y cooperó con las autoridades, incluso grabando en secreto a sus clientes, entre ellos a Huffman.
Según la fiscalía de Massachusetts, Singer llegó a cobrar hasta 6,5 millones de dólares para garantizar una admisión, a través de trampas en los exámenes o sobornos a entrenadores para reclutar estudiantes sin habilidades deportivas.
Ningún alumno y ninguna universidad han sido inculpados en el marco de este escándalo que involucra a las prestigiosas universidades de Yale, Stanford, Georgetown, Wake Forest, la Universidad del Sur de California (USC), la Universidad de California en Los Angeles (UCLA) y la Universidad de Texas en Austin.