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Se hizo famosa por ser una de las conductoras del noticiero Ciudad Desnuda, cuya información le valió amenazas de muerte y hasta dejar el país por un tiempo; luego incursionó en los Talk Shows con “Cosas de la vida”, donde también tuvo gran éxito. Pero hace tres años Azteca decidió poner fin a su programa y desde entonces Rocío Sánchez Azuara no ha podido regresar a la televisión, aunque se muere de ganas.
“Mi trabajo ha sido mi oxígeno y me hace falta para seguir funcionando, para traer el pan a la casa. Afortunadamente a mí no me mantiene nadie, nunca he necesitado que me mantengan porque siempre he tenido chamba y por eso quiero volver”, dijo la conductora a El Universal.
Esta semana, Rocío desmintió con un video el rumor publicado por una revista en Internet donde se decía que había traicionado a Imagen Televisión, con quien tendría contrato firmado. Antes de eso publicó una foto de su asistencia a un programa de Televisa.
“Yo no tengo ningún contrato firmado ni con Imagen, Televisa, ni ninguna televisora. Estoy sí, en busca de oportunidades”, dijo en el video.
La conductora ha tenido pequeños trabajos como imagen de algunos productos y también ha sido invitada por varias televisoras a sus programas, pero dice que necesita de nuevo esas jornadas a las que estaba acostumbrada.
“He presentado un par de proyectos a varias televisoras que me han llamado desde principios de año, los proyectos ya están registrados y fue de su agrado, quedaron de llamarme pero los que estamos en este medio sabemos que todo está medio detenido, congelado, sobre todo en televisión abierta, ahora estoy esperando que se pueda dar la oportunidad porque estoy más que lista para regresar, justo este mes cumplo tres años sin estar en pantalla”.
Azteca no está dentro de las empresas que le han ofrecido volver a la televisión, y aunque así sea, Rocío sólo tiene agradecimiento por ellos.
“No había motivos específicos y válidos para terminar mi programa. Estaba vendido, tenía rating, estábamos trabajando muy bien, pero lo respeto. No te puedo hablar mal de Azteca porque ellos me dieron de comer muchos años, nunca tuve un detalle malo de parte de Ricardo Salinas”, declaró.
Los Talk Shows tienen larga vida. Formatos como el que ella hacía aún tienen vigencia, afirma Rocío, de hecho, uno de sus proyectos tiene esa línea y se llama Acércate a Rocío, pues ya no puede usar el nombre que tenía en la televisora del Ajusco.
“A mí la gente me los pide mucho y te seré honesta, me gusta hacerlos porque al final del día hablamos de historias y creo que estos formatos van a tener tanta vida como vida tengan las personas, cada persona que esté dispuesta a contar su historia de vida es un tema. Sí hace falta esta plataforma”, compartió.
Si regresara a la televisión con un formato así, Azuara trataría de acercarse también al público joven.
“Acércate a Rocío está adaptado a las nuevas generaciones, es como unificar muchos criterios, los chavos ahora tienen una vida bastante interesante que vale mucho la pena tomar en cuenta. Yo ya tengo escritos varios temas donde los chavos pueden decir cómo se sienten, hacia dónde van, puede ser un programa muy interesante”, agregó.
Su hija, delicada de salud. Aunque siempre ha trabajado durante muchas horas, Rocío también ha tratado de estar cerca de su familia y celebrar las fiestas de fin de año. Ahora que sus hijos están grandes y en distintos lugares, pasará navidad en casa y con Daniela, quien desde muy pequeña fue diagnosticada con lupus eritematoso sistémico, una enfermedad que dio un vuelco en la vida de ambas.
“Yo soy papá, mamá, decoradora y todo. Siempre me ha gustado mucho ser mamá pero mis hijos ya están grandes, uno tiene 35, otra 30 y José es el más pequeño y tiene 26 pero vive en Miami. La única que queda en casa y que vive conmigo es Daniela y vive acá por cuestiones de salud, llevamos un año y medio muy pesado con ella, está muy deteriorada y yo creo que también ha sido importante estar juntas aquí, para mí mi familia y trabajo son prioridad en mi vida, creo que no hay cosas más importantes”.
Al evaluar este tiempo sin trabajo, no duda en decir que ha sido muy difícil, pero también se ha dado la oportunidad de llevar una vida leve, en la que hace dos horas de ejercicio diario y también se da el tiempo de meditar para no desesperarse por su situación.