Si por algo se ha caracterizado la saga Cincuenta sombras de Grey, la trilogía basada en las novelas de E.L. James, es por sus tórridas escenas de sexo que tanto han dado qué hablar.
Unos momentos muy intensos en pantalla para los fans del romance de Anastasia Steele (Dakota Johnson) y el millonario Christian Grey (Jaime Dornan), pero que para sus intérpretes parece que no lo fueron tanto.
“Rodar dos películas seguidas, donde la mayoría de las escenas son la misma, una y otra vez, se volvió un poco aburrido”, expresó la actriz en declaraciones a CinemaBlend.
También aseguró que al final, ella y Dornan se preguntaban cómo podían mejorar las escenas de sexo.
“Hay tantas cosas que puedes hacer cuando un filme está clasificado como R (para adultos)”, recalcó la actriz.
Aun así, Jonhson agregó que, pese a que a algunos actores les causar rubor hacer una película erótica, es una experiencia de la que no se avergüenza.
“Aprendí mucho sobre mi capacidad de adaptación personal”, zanjó la intérprete acerca de su paso por la trilogía de Cincuenta sombras de Grey.
Tras su trabajo en la citada franquicia, la estadounidense ha protagonizado el remake de Suspiria, película dirigida por Luca Guadagnino. Y en este filme también tuvo las cosas algo difíciles, aunque debido a la crudeza de la historia, por lo que, como reconoció Johnson a Entertainment Weekly, necesitó la ayuda de una terapeuta.