Imaginar un vínculo entre la música y la ciencia podría resultar muy complejo, pero hay un personaje que logró unir ambos campos y de la mejor manera: Brian Harold May, el famoso guitarrista de Queen.
Nació el 19 de julio de 1947, en Hampton, Reino Unido, y desde niño mostró un gran interés por la música y la astronomía. Comenzó tocando el ukelele, pero a los 7 años de edad, su padre le obsequió su primera guitarra acústica.
Tenía un talento sin igual, así que cuando May tenía 16 años, construyó su propia guitarra eléctrica, pues con la acústica se sentía limitado. Tomó el marco de una chimenea, un pedazo de roble, resortes del motor de una motocicleta y las varillas del portamaletas de las bicicletas. Tardó un año y medio en construirla y el resultado fue la Red Special, conocida también como la “The Fireplace” (la chimenea) o “The Old Lady” (La vieja dama).
Hay que destacar que este instrumento acompañó a May en todas sus giras y se escucha en todos los discos de Queen; jamás se separaba de ella, pues sabía que si la perdía nunca hallaría otra igual.
Brian May con la guitarra que él mismo construyó. (Foto: James Palazzi/Pinterest)
Sus inicios en la ciencia y la música
Brian May estudió en la Escuela Hampton, donde obtuvo muy buenas notas en Física y Matemáticas. Ahí conoció a Tim Staffel, con quien formó su primera banda llamada 1984, inspirados por la novela de George Orwell. Para 1968, cuando estudiaba en el Imperial College of Science, Technology and Medicine, una de las universidades más prestigiosas del mundo, formó la banda Smile con Tim y Roger Taylor.
Mientras tocaba con Smile, May terminó su licenciatura en Ciencias con especialidad en Física, e incluso inició un doctorado en Astronomía, pero en 1969, cuando su banda acababa de firmar con una disquera, Tim Staffell lo abandonó para irse con una agrupación más famosa, la ahora desaparecida Humpy Bong. Pero llegaría a su vida un joven llamado Farrokh Bulsara, mejor conocido como Freddie Mercury, y John Deacon, con quienes comenzaría la leyenda de Queen.
Durante un año, Brian May combinó las actuaciones del grupo con su doctorado y dando clases en una preparatoria de Londres, pero ya no le alcanzaba el tiempo, así que tuvo que decidirse por una sola carrera. Pero antes, se dio tiempo de publicar dos estudios sobre polvo planetario en la revista Nature y en el Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, dos de las publicaciones científicas más importantes del mundo.
Al lado de Queen se convirtió en integrante de una de las bandas más importantes en la historia de la música, además compuso varios éxitos de la agrupación como: We will rock you y The show Must go on.
May era considerado el chico “sano” de Queen, pues se ha manifestado en contra de las drogas y que jamás ha consumido sustancias ilegales. Él señala que se casó en el peor momento, cuando su carrera iniciaba, pero al mismo tiempo fue la mejor decisión que tomó, puesto que siempre trató de ser un marido y padre ejemplar, lo cual tiene un gran mérito al estar rodeado de vicios.
Pero la llama de la ciencia siempre estuvo en su interior.
De regreso a la investigación
Cuando Queen se acabó, a inicios de los años 90, y tras superar una crisis personal que casi lo lleva al suicidio, May regresó a la astrofísica. Comenzó a retomar las investigaciones que dejó inconclusas, pero tomando sus estudios como un hobby. Se centró en el estudio de la luz zodiacal, la ligera franja de luminosidad formada por partículas milimétricas de polvo espacial que son la fuente de luz del cielo nocturno en las noches sin luna.
En 2006 presentó su tesis doctoral A Survey of Radial Velocities in the Zodiacal Dust Cloud. A pesar de que parecía que su interés científico era un capricho, May fue aceptado como investigador visitante en el Imperial College, como parte de un proyecto sobre luz zodiacal. De hecho, fue él quien determinó que el 70% del polvo espacial en el sistema solar, procede de los cometas.
En 2015, fue reclutado por la NASA para la misión New Horizons, que buscaba explorar Plutón. En 2016 anunció que el asteroide 17473 había sido bautizado oficialmente como “Asteroide 17473 Freddiemercury”.
Su trabajo científico le ha permitido codearse con personajes de la talla del fallecido Stephen Hawking. (Foto: AP)
“Bohemian Rhapsody”
El año pasado llegó a la pantalla grande, esta cinta que aborda la vida de Freddie Mercury, precisamente en su paso por Queen. La cinta arrasó en taquilla y fue reconocida por la Academia, pero Brian May no ha recibido una sola moneda por su trabajo en la cinta, a pesar de que recaudó más de 900 millones de dólares de manera global.
Durante una entrevista para la BBC, el músico narró: “Nos reunimos con el contador el otro día y todavía no hemos ganado nada por ella. ¿No es gracioso? ¿Pero cuánto éxito tiene que tener una película para que ganes dinero?”. Lo cierto es que dicha producción no le ha dejado ganancias… aún.
Brian May y Roger Taylor. (Foto: AP)
Con información de Telehit, Historias del Rock y Muhimu.es