Al parecer la emoción y el ansía por ver la nueva entrega de se fue a otra galaxia pues contrario a lo que se vivió en años anteriores con los estrenos del “Episodio VII” y “Episodio VIII”, el estreno la madrugada de este viernes del “Episodio IX” no logró que la gente desbordara los cines para ver el desenlace de esta galáctica historia.

El complejo cinematográfico ubicado dentro de la plaza Forum Buenavista en el centro de la ciudad se caracteriza por ser uno de los que mayor afluencia tienen pero la noche de este jueves poca era la gente que estaba aguardando ver en la pantalla grande a Luke Skywalker y compañía.

Aunque sí había afluencia y los encargados del complejo decían que había tres funciones de la cinta, el frío parecía congelar en ocasiones los ánimos de los asistentes quienes decidieron cambiar sus disfraces de Star Wars por chamarras abrigadoras, guantes y gorros afelpados, aunque destacaban aquellos que con su sable láser en mano, no les importó pasar frío con tal de ser parte de este cierre fílmico.

“Hace mucho frío pero la emoción por ver esta nueva parte es mayor, creo que los que somos verdaderos fans no nos importan esas cosas, al final ya es la última vez que veremos esta historia con la que yo y muchos crecimos y eso no pasa siempre”, detalló Francisco Beltrán, quien a sus 41 años llegó vestido de maestro Jedi a la función de medianoche.

En esta ocasión no hubieron filas eternas para la dulcería, tampoco personas que buscaran que alguien les revendiera un boleto, -incluso aún habían a la venta- pero quienes estaban ahí parecían que harían todo por seguir la historia de Leia y Luke y sin importar lo que se opine sobre las anteriores cintas, ellos serían parte de esta noche.

“Muchos dicen que el “Episodio XIII” estuvo flojo y la verdad sí, pero eso no importa, al final quienes somos amantes de esta historia aquí estamos, esperando que esta parte mejore y cierre muy bien esta historia que incluso le hemos enseñado a nuestros hijos, así como nuestros padres nos la enseñaron a muchos de nosotros. Para mi es algo como una tradición que pasa de generación en generación”, confesó Martin Solares, quien a sus 47 años asistió a la función no disfrazado pero sí en compañía de sus tres hijos, uno de ellos con su esposa y un bebé de escasos 11 meses a quien dijo “también le enseñaré el mundo de Star Wars”.

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