Ana Gabriela Molina considera que se están abriendo caminos para las personas con discapacidad como ella.

La ganadora de Miss Nanchital nació con amelia bilateral (Ausencia de extremidades superiores) y hoy ya se prepara para participar en el concurso Miss Veracruz, que se celebrará en marzo. De resultar ganadora podría representar a su estado en el certamen nacional.

“Ahorita están volteando más a ver a las personas con discapacidad y ese es mi gran objetivo, el que veamos a todos por igual”, dice a EL UNIVERSAL.

Gabriela cuenta que hace apenas un año tuvo su primer acercamiento dentro del modelaje cuando fue invitada para ser parte de un proyecto de moda inclusivo junto a la diseñadora de Coatzacoalco, Perla Chegüe.

“Ella fue la primera persona que me vio, confió en mí, me llamó de la nada para invitarme a participar y me enseñó técnicas de modelaje”, comparte.

De ahí todo se fue dando para la veracruzana.

“He tenido mucha suerte, me he encontrado con personas que de verdad me han querido apoyar, me han brindado su confianza y además creo que ante la sociedad lo han visto muy bien, lo han aceptado muy bien”, señala Molina.

“Lo que principalmente busco es que vean que sí se puede, que a pesar de cómo uno esté, la condición en la que uno se vea, se puede salir adelante”, dice.

La egresada de la carrera de Psicología se dice emocionada por ser la primera mujer con esta discapacidad que participará en el certamen, y aunque admite que no vislumbraba el impacto y la aceptación que iba a tener, está agradecida.

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Objetivo. Quiere mandar un mensaje simple: “Sí se puede”.

Independientemente de si logra quedarse con la corona o no, sabe que el trabajo apenas empieza, pues busca compartir su experiencia en el modelaje con más personas, además de terminar con su proceso de titulación y tal vez estudiar después una maestría. Señala que aprovechará todas las oportunidades que se le presenten.

“No hay límites, yo me he atrevido a muchas cosas para demostrarlo y llevar el mensaje”, asegura.

“Entonces por qué no arriesgarse e intentarlo, seguir adelante, que la gente se ponga en su mente que no hay imposibles, que todo se puede, solamente es cosa de proponérselo, de querer y adelante”.

Pero no siempre ha sido bien recibida. En entrevista, Molina relata que desde pequeña sufrió de bullying y discriminación.

“La gente me volteaba a ver, me señalaba”, recuerda.

Sin embargo, encontró modelos qué seguir, como el caso de Adriana Macías, quien es licenciada en derecho y conferencista, y tiene la misma condición que ella.

En busca de la corona

Gabriela cuenta que entre los preparativos para el certamen Miss Veracruz está dar pláticas motivacionales en donde hablará sobre inclusión.

Además de tomar clases de modelaje, inglés y oratoria, una de las cosas más difíciles ha sido el entrenamiento físico, desde salir a correr hasta llevar una dieta específica.

“Es bastante el trabajo que estoy haciendo”, señala.

“Lo que más me ha costado es la cuestión del gimnasio, prepararme en mi condición física, nunca había estado en nada de ejercicio ni nada de todo ese tipo”, añade.

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