La presidenta y directora ejecutiva de la Academia de la Grabación contraatacó a la organización que otorga el Grammy argumentando que fue destituida tras presentar quejas de acoso sexual y disparidades de salario y señalar conflictos de interés en el proceso de nominaciones a los premios más prestigiosos de la música.
Los abogados de Deborah Dugan, quien fue puesta bajo licencia administrativa la semana pasada tras seis meses en el cargo, presentaron la queja de discriminación ante la Comisión de Igualdad de Oportunidad de Empleo el martes, apenas cinco días antes de la ceremonia de entrega de los Grammy.
Dugan alegó que fue acosada sexualmente por el jefe del departamento legal de la academia, Joel Katz, quien rechazó el martes por la noche sus señalamientos.
Dugan detalló el acoso y otros asuntos en un email a un ejecutivo de recursos humanos de la academia el 22 de diciembre, según la queja.
Señala que Dugan recibía un salario menor al del expresidente y director ejecutivo Neil Portnow, quien dejó el puesto el año pasado, y también que fue objeto de represalias por negarse a contratar a Portnow como un asesor por casi la mitad de su antiguo salario.
Portnow había sido criticado por decir que las mujeres debían “dar un paso al frente” cuando le preguntaron por la falta de ganadoras femeninas en la gala de premios de 2018 durante una entrevista entre bambalinas. Portnow calificó sus declaraciones como “poco felices” y luego dijo que decidió no buscar la extensión de su contrato.
Una declaración ante el Servicio de Impuestos Internos muestra que Portnow devengó un salario de 1,74 millones de dólares en 2016. Dugan dijo que fue presionada a contratarlo como asesor por 750.000 dólares anuales. El sueldo de Dugan no se reveló en el documento del martes. En su trabajo previo como directora ejecutiva de la fundación benéfica de Bono (RED), recibió casi 537.000 dólares en 2016.
La semana pasada, la academia dijo que Dugan fue puesta bajo licencia administrativa tras una denuncia de conducta inapropiada presentada por una líder senior de la organización.
El martes, la academia dijo que el asunto estaba relacionado con la queja de una empleada de que Dugan había sido “abusiva” y que creó un ambiente laboral “tóxico e intolerable". Los abogados de Dugan calificaron tales acusaciones como falsas y dijeron que no hubo malos tratos. Identificaron a la empleada como la asistente ejecutiva que heredó de Portnow.
En su email del 22 de diciembre, Dugan calificó a la academia como “un club de chicos".
La academia dijo en un comunicado que “lanzó de inmediato investigaciones independientes para revisar tanto la potencial conducta inapropiada de la señorita Dugan como sus alegaciones subsiguientes. Estas dos investigaciones siguen en curso".
Dugan, según el comunicado, fue puesta bajo licencia administrativa tras ofrecer retirarse y exigir 22 millones de la Academia, que es una organización sin ánimo de lucro.