¡Se los tragó la tierra!

Estos famosos eran súper estrellas —qué digo súper, ¡mega!— sus películas eran casi siempre exitazos de taquilla y no acabábamos de verlos en una película cuando ya venía el siguiente estreno y con el mismo éxito. Y de repente ¡pufff! parecieron desvanecerse en el aire y difícilmente aparecen en algo, o de plano se convirtieron en lo que nuestros vecinos del norte llaman “veneno de taquilla”, es decir esos nombres que con solo verlos entre el reparto sabes que la peli seguramente será tremendo churro. ¡Triste destino! pero ¿qué fue lo que les pasó? Aquí te lo contamos... Y en el tutorial, la mejor manera de incorporar una bufanda a tu look.

1) Tobey Maguire

Mucha gente opina que el Spiderman emo de Spiderman 3 fue lo que mató la carrera de Tobey, y, aunque sí contribuyó significativamente, no es el único motivo. De acuerdo con una entrevista que el director de Spiderman, Sam Raimi, dio a la revista Vulture, tanto él como el estudio estaban dispuestos a seguir con Tobey en la saga, pero el guión de Spiderman 4 tomó más tiempo del debido para producirse; en ese intervalo, el actor cumplió 35 años, y fue entonces cuando su rol emblemático fue a parar a las manos de Andrew Garfield. Para ese momento, Maguire ya estaba produciendo filmes con gran recibimiento de la crítica como Seabiscuit, así que parecía que podría dedicarse con éxito a ser productor, pero sus siguientes películas, como Rock of ages no fueron éxitos de taquilla, Si a eso sumamos que su nombre fue mencionado entre los miembros de un club de poker ilegal, no ha tenido mucha suerte últimamente. Después de que su participación en El gran Gatsby, de 2013, —uno de los filmes más aburridos de Leonardo DiCaprio— pasó sin pena ni gloria, no hemos vuelto a saber prácticamente nada de él...

2) Jessica Alba

El hermoso rostro de Jessica estuvo por todas partes por algún tiempo, pero para triunfar en Hollywood hace falta más que una cara bonita, como ha podido descubrirlo la actriz. La bella intérprete tiene nada más y nada menos que cuatro razzies, los premios que se otorgan a las peores actuaciones y filmes, gracias a su participación en Los cuatro fantásticos, El ojo y otras películas igual de malas. Jessica trató de culpar a los guionistas y a la producción, pero prestigiadas publicaciones como el New York Times han calificado sus actuaciones como “vacuas”. Malas críticas aparte, sí parece ser que tiene muy mala suerte para escoger malos proyectos, pues alguna vez dijo en una entrevista con la revista Elle que casi se decidió a dejar la actuación después de que un director le pidió que “llorara viéndose bonita”. También ha admitido que actuar le dejó de interesar a los 27 años, y es verdad que casi desde entonces se ha dedicado a ser mamá, de hecho el 1 de enero de este año anunció el nacimiento de su tercer hijo con su esposo, Cash Warren. Jessica tiene una compañía que ofrece productos orgánicos y demás, llamada The Honest Company, pero esta también se ha visto envuelta en serios problemas con numerosas demandas en su contra #NoBreakForJess.

3) Hugh Grant

Alguna vez fue el protagonista de toda comedia romántica digna de recibir ese nombre, hoy en día Hugh Grant hace apenas una que otra aparición en una que otra película. Uno podría pensar que fue el escándalo de 1995 —cuando la policía lo “cachó” con la prostituta Divine Brown en su auto—, lo que acabó con su carrera, pero la verdad es que tuvo algunos de sus más grandes exitos —como Noting Hill, Love actually, El diario de Bridget Jones— después de ese incidente. Pero quizás fue su éxito en ese género lo que eventualmente lo aburrió. En 2014 dio una entrevista al diario The Telegraph en la que comentaba que se sentía ya muy viejo en primer lugar para las comedias románticas, y en segundo, para el showbiz en general. “De vez en cuando me sacan en mi silla de ruedas”, dijo entonces. Y cierto es que sus papeles en Cloud Atlas y El hombre de CIPOL pasaron sin pena ni gloria.

Además, entre 2011 y 2015 tuvo ¡cuatro hijos! con dos mujeres distintas, así que ha estado ¡muy ocupado!

4) Jim Carrey

En sus días de gloria, Jim Carrey era uno de los máximos reyes de la taquilla. Películas como La máscara (1994), Una pareja de tontos (1994) y Mentiroso, mentiroso (1997) ganaron, en su momento, más de 100 millones de dólares cada una. El Grinch, una de sus películas más importantes, fue el hit número uno del 2000. Pero de ahí en adelante las cosas empezaron a cambiar, sus roles más serios —con excepción del éxito de culto Eterno resplandor de una mente sin recuerdos— no fueron exitosos, y comedias como Los pingüinos de papá fueron auténticos fracasos de taquilla. A esto hay que sumar una actitud cada vez más errática y extraña del actor, estuvo aquel famoso video en el declaraba su amor a Emma Stone —que después se dijo había sido una broma— y después vino la pesadilla del suicidio de su entonces ya ex novia, Cathriona White. La madre de la chica y su ex esposo demandaron al actor, acusándolo de proveer las drogas con las que Cathriona se suicidó, el juicio será en el próximo mes de abril.

5) Cameron Diaz

Este caso es quizá el más extraño. Cameron es la chica con la que (casi) todo hombre soñaba y sus papeles en películas súper exitosas como La cosa más dulce o El descanso sólo cimentaron su reputación. Durante ¡20 años! —desde 1994 y La máscara— Cameron fue la heroína de comedias románticas, comedias y hasta de filmes serios como Vanilla sky o Pandillas de Nueva York, pero su participación en fracasos de taquilla como Sex tape o Annie, aunado a uno que otro churro a lo largo de su carrera, parecieron ponerle punto final. En 2013 escribió el bestseller The Body Book: Feed, Move, Understand and Love Your Amazing Body, un exitoso manual de estilo de vida que en 2016, siguió con The longevity manual, otra publicación del mismo estilo, que también fue un éxito de ventas. En 2015 se casó con Benji Madden, el vocalista de la banda Good Charlotte, lo que pareció alejarla aún más de las cámaras. En 2017 acudió a la cumbre del sitio Goop, de Gwyneth Paltrow, donde dijo que después de tantos años en Hollywood, necesitaba “reacomodarse”. Por lo pronto, ¡la extrañamos!