Después de años de pugna, los derechos de "Bitter Sweet Symphony"volvieron a corresponderle a The Verve. Se trata de uno de los himnos de los 90, el mismo que hizo conocida a la banda liderada por Richard Ashcroft . Sin embargo, durante años fueron The Rolling Stones los que estuvieron cobrando las regalías de este tema.
La historia es más o menos así: como el líder de The Verve había tomado una secuencia de cinco notas de la canción "The Last Time", perteneciente a los Stones, este hit, que vio la luz en 1997, se consideraba parte del legado de Mick Jagger y Keith Richards .
Durante años, ellos fueron los que recibieron el dinero que dejaba la reproducción del tema y Ashcroft lo veía por tevé: no tuvo más opción que ceder estos derechos tras varias idas y vueltas legales.
Lo que sucedió
Como la canción estaba armada alrededor del sample de los Stones, firmado por The Andrew Oldham Orchestra, la banda solicitó la licencia para usar unas cinco notas. Decca Records aceptó pero, una vez que la canción alcanzó estatura de hit, apareció Allen Klein en la escena.
El manager de los Rolling Stones , que le había comprado los derechos editoriales a Oldham -su antecesor en el puesto-, demandó a The Verve por violación a los derechos de autor. Klein argumentó que la banda había incumplido el acuerdo utilizando más de las cinco notas pactadas.
Frente a la corte, la banda presentó sus pruebas y propuso repartir las ganancias en un 50 por ciento. "Pero entonces ellos vieron lo bien que le estaba yendo al tema -dijo el bajista Simon Jones-, así que subieron la apuesta y pidieron el 100% o quitar al disco de las bateas". The Verve no tuvo otra opción más que aceptar las condiciones.
Finalmente, tras 22 años, el cantante de The Verve recuperó los derechos de su himno y "Bitter Sweet Symphony" le pertenece completamente.
Como liberado de una gran carga y contento de por fin haberlo logrado, fue el mismo músico quien anunció la feliz noticia a través de un comunicado.
"Me da un enorme placer anunciar que en el último mes, Mick Jagger y Keith Richard han accedido a darme su cuota de 'Bitter Sweet Symphony'. Este notable cambio en los hechos fue posible por un gesto generoso y magnánimo de parte de Mick y Keith, quienes coincidieron al sentirse felices de que los créditos de la canción ahora excluyeran sus nombres y de que todas las regalías derivadas de la canción ahora pasaran a mí", contó.
Y agregó: "Quisiera agradecer a los jugadores principales en esto, mis managers Steve Kutner y John Kennedy, el manager de los Stones, Joyce Smyth y Jody Klein, y por último una enorme gratitud y respeto por Mick y Keith".
A partir de ahora, él se quedará con todo lo que se recaude del uso y la reproducción de "Bitter Sweet Symphony".