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La crisis por la obtención del agua en el Valle de San Luis Potosí, podría ser más severa en unos años más e irremediable para más de 1.2 millones de habitantes, ya que el déficit de agua subterránea avanza al tratarse de un acuífero milenario que se está agotando, advirtió el jefe de Ciencias Aplicadas del Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica A.C., José Alfredo Ramos Leal.
En el marco del Día Mundial del Agua, el investigador del IPICYT agregó que la crisis ya es un hecho, y en este periodo de estiaje el problema se agravará.
“No se puede depender solamente de las presas, debido a que éstas se abastecen de las precipitaciones pluviales y en las últimas décadas ha habido fuertes sequías y la precipitación ha sido baja, además el volumen almacenado en la presas es limitado por el azolvamiento en las mismas, el Interapas habla que solo un 20 por ciento del consumo humano proviene de las presas, y estas aguas superficiales están expuestas a contaminación urbana y agrícola que condicionan su uso”, detalla el Investigador del IPICYT.
El especialista dijo que en las últimas décadas la zona metropolitana de San Luis Potosí, ha tenido un mayor crecimiento por migración y por la industria de la transformación que ha traído como consecuencia gran demanda de agua del subsuelo, lo que ha puesto en riesgo su disponibilidad; por lo que es necesario buscar otras fuentes de abastecimiento fuera del valle y se deben seguir estudiando factores naturales (clima, geología, hidrogeología) y antropogénicos (manejo del recurso hídrico y cambio de uso de suelo), para poder seguir contando con ella.
“Existen tres acuíferos en el VSLP, el somero con una extensión limitada (sólo zona urbana) y poco espesor (menor a 40 metros), está formado por depósitos aluviales con limo, arena y grava, debido a su poca profundidad responde rápidamente en la época de lluvias pero con presencia de contaminantes. Una capa de arenisca separa el acuífero somero del acuífero medio que está compuesto por un medio granular que rellenó las fosas tectónicas y que ha sido el más explotado, son pozos que alcanzan profundidades de hasta 350 metros de material sedimentario y el acuífero fracturado, actualmente en explotación compuesto por rocas volcánicas fracturada a profundidades mayor a los 350 metros”, agregó el doctor en Ciencias.
Finalmente señaló que el crecimiento urbano ha reducido las zonas de recarga natural al acuífero somero, por lo que se debe considerar al agua como un recurso no renovable, debido que es un acuífero en condición de minado, en donde el recurso hídrico es explotado por el hombre en proporciones que exceden por mucho los tiempos de renovación o recarga del agua subterránea, ante lo cual, advirtió que una crisis para la obtención del recurso, será cuestión de algunos años más.