Ejercicios metodológicos que arrojan tendencias en torno a las preferencias electorales pierden credibilidad ante el escenario de apuestas que se dan en sobre el posible ganador de la elección del 1 de julio, y que incluso pueden ser más cercanas a una certeza de resultados, consideró Juan Mario Solís Delgadillo, profesor, politólogo e investigador de la Facultad de Derecho de la UASLP.
Explicó que a diferencia de las encuestas, cuya metodología no está bien definida, ya que se realizan en la calle, sobre viviendas, vía telefónica o redes sociales, las apuestas tienen como característica que nadie pone en riesgo su dinero a lo tonto y pueden ser más realistas, de ahí que pueden traer una lectura interesante para efectos de análisis político, ya que la línea de apuesta otorga 80 centavos de dólar a quien apueste en favor de Andrés Manuel López Obrador; 10 dólares si gana José Antonio Meade; y 16 dólares si resulta ganador Ricardo Anaya, según la evaluación del investigador.
“Esta tendencia esta ahí como mucho más clara cuando hay dinero de por medio, y por ahí hay una pista interesante”, agregó.
Además el investigador sostuvo que aún cuando existe un buen porcentaje de indecisos, es prácticamente inalterable la tendencia de resultados que se esperan hacia el proceso electoral del 1 de julio, debido en buena medida a que el evento mundialista vino a despresurizar el ambiente, y es complicado que haya un cambio en la decisión de aquellos que ya optaron por alguno de los candidatos.
“Las elecciones han pasado ya a un segundo plano, no se les presta tanta atención porque los ciudadanos no se ven obligados a consumir el producto que son las campañas, sino que la atención esta en el mundial. Lo que no se hizo antes del 14 de junio, muy difícilmente se va a remontar, aunque en política no hay nada dicho, pero tendría que pasar algo realmente extraordinario, para que los ciudadanos volteen a las campañas y les lleve a cambiar la intención de su voto”, concluyó.
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gpl