El clima de inseguridad que se vive en las carreteras potosinas sigue encendiendo alertas entre los transportistas. Según Raúl Torres, representante en San Luis Potosí de la Alianza Mexicana de Organización de Transportistas A.C. (AMOTAC), los robos a camiones de carga se han convertido en un problema cotidiano y cada vez más grave.
“Para nosotros, el aumento es evidente. Aunque las autoridades nos muestran otros datos, la realidad que vivimos en las rutas es otra”, sostuvo Raúl Torres, quien estima que el robo de autotransporte ha crecido un 8 por ciento en todo el estado y hasta un 18 por ciento en los tramos que conectan con Guanajuato.
El líder transportista señaló que aunque la Guardia Nacional ha recuperado unidades, muchas veces estas acciones no se dan como resultado de operativos directos, sino porque los vehículos son abandonados. “Nosotros lo que pedimos es que haya patrullajes constantes, no reacciones esporádicas”, indicó.
Detalló también que la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) ha realizado trabajos de bacheo en diversas vialidades, lo que ha provocado largas filas de transporte pesado. Esta situación, según dijo, facilita que los delincuentes operen con mayor facilidad: observan los vehículos detenidos, identifican la carga y luego los interceptan más adelante.
“He vivido esto personalmente. Nos tienen detenidos por horas, y es en esos momentos cuando motociclistas de comunidades cercanas vigilan lo que llevamos, más adelante, los camiones son asaltados”, relató.
Además de pedir una respuesta más efectiva por parte de las autoridades, el líder de transportistas cuestionó el manejo de las cifras oficiales argumentando que les gustaría saber con certeza qué pasa con las unidades recuperadas. "¿A dónde van? ¿Dónde se descargan las mercancías? ¿Qué registro se lleva?”, cuestionó.
El impacto económico también es significativo, ya que cada día se roban entre uno y dos camiones de carga en San Luis Potosí, con pérdidas que oscilan entre un millón y hasta cinco millones de pesos por unidad, dependiendo del valor de lo transportado.
Asimismo, explicó que entre los tramos más peligrosos se encuentran las carreteras de Matehuala, Huizache, el entronque de Santa María del Río, Guadalcázar, y las zonas límites con Guanajuato, donde, según el líder de transportistas, operan células delictivas que se mantienen activas y no cambian de zona.