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Chocolates La Frontera, tiene sus raíces desde 1890, en el municipio de Cedral, San Luis Potosí, a manos de una humilde familia que tenía un negocio de abarrotes llamado "La Frontera", y que al tener contacto con la compra de cacao empezó a producir chocolates de forma artesanal, posteriormente un empresario potosino compró el negocio de producción de chocolate asentándose en la capital de San Luis.
En una vieja casona, se improvisó la antigua fábrica en el barrio de San Miguelito.
Luis Eugenio Gómez Compean, gerente general de chocolates La Frontera, narra que fue años más tarde, cuando un 28 de febrero de 1991 se constituyó formalmente una sociedad para impulsar el proyecto, convirtiéndose en una empresa absolutamente familiar.
En el año 2000, la empresa por su crecimiento, se vio obligada a mudarse a una planta industrial en Periférico Norte, la actual fábrica es diez veces mayor en tamaño de donde se inició.
El empresario chocolatero detalló en entrevista con EL UNIVERSAL San Luis Potosí, que el secreto para mantenerse vigentes entre los gustos de los potosinos, y ser una de las marcas potosinas más emblemáticas, se debe a que pese al paso de los años, se sigue al pie de la letra la receta original, así como las normas más estrictas en calidad.
Los Chocolates La Frontera tienen como ingrediente principal al cacao, producto que es traído desde Chiapas y Tabasco. Para la familia Compean, el minucioso proceso por el que se somete a esta materia prima es fundamental, desde su limpia, lavado, el tostado para posteriormente pasar al moldeo y refrigeración se desarrollan en medio de una fusión de procesos artesanales y el uso de la más alta tecnología para mantener la calidad suprema que distingue a la marca.
Como en todo negocio, siempre hay contratiempos, el líder de la marca recordó uno de los episodios más críticos para mantener a flote a la empresa hace 18 años.
"Hubo una epidemia por el brote de una plaga, inició en Brasil pero se extendió y llegó a México y destruyó muchas plantaciones de cacao; hubo escasez a nivel mundial y eso nos causó problemas para nuestra producción, no teníamos materia prima para sacar la producción, fueron momentos muy críticos", relató.
La marca potosina, cuenta con una amplia gama de productos segmentados en tres principales rubros: chocolate para mesa, chocolates finos y chocopeques.
Además, cuenta con cuatro sucursales en la capital potosina, así como la fábrica ubicada en Periférico norte, y el Museo del Chocolate en el mismo sitio.
La Frontera en medio de la pandemia
La empresa ha logrado sobrevivir a la pandemia actual del Covid-19, aunque no ha sido un trabajo sencillo, Luis Eugenio Gómez, comenta que además de la crisis comercial que poco a poco se ha ido superando, han tenido que implementar estrictos protocolos de seguridad sanitaria con la finalidad de evitar cualquier posible riesgo de contagio del virus entre los trabajadores.
"Estamos siempre alerta de cualquier síntoma o indicio de algún tipo de enfermedad, redoblamos la precaución, cerramos las puertas a las visitas, anteriormente teníamos grupos de 30 a 40 personas haciendo recorridos en el área de producción y desde el 15 de marzo cerramos las puertas a esta actividad", comenta.
Pese a ello, se muestra optimista de que en un par de meses, los potosinos puedan volver a visitar la fábrica, pues asegura que es muy gratificante para la compañía recibir a nuevas generaciones para que conozcan la historia y la magia de la creación del Chocolate La Frontera.