La Secretaría de Educación el Estado (SEGE) mediante su titular, Juan Carlos Torres, confirmó tener conocimiento de un caso en el que un grupo de jóvenes de la preparatoria “Margarita Cárdenas de Rentería” ingirieron alimentos preparados con cannabis, provocándoles mareo y vómito.
Precisó que hasta el momento los jóvenes se reportan con buen estado de salud y respecto a la condición académica, anunció que los jóvenes no fueron expulsados, sólo reubicados en otro centro educativo o turno.
Aunque el incidente se registró en una institución perteneciente al Sistema Educativo Estatal Regular (SEER), Torres Cedillo señalo que las medidas que han ofrecido desde la Secretaría será brindar apoyo integral y psicológico a los jóvenes que fueron afectados, mientras que para los dos señalados como responsables, no se les expulsará debido a que esto generaría que sean presas fáciles de quienes delinquen con el uso y venta de drogas.
“Lo que se hizo fue que, a uno de ellos se le cambió de escuela y al otro se le modificó el turno” explicó.
Finalmente, el titular de la SEGE, expresó que sí es de interés de los padres de familia iniciar una denuncia formal, desde la dependencia se dará seguimiento al caso y se ofrecerá el apoyo que se requiera para proporcionar la información que se pida desde la fiscalía durante el proceso.
El Sistema Educativo Estatal Regular (SEER) por medio de un comunicado anunció su pronunciamiento al respecto, en donde manifestó que se atendió en tiempo y bajo los protocolos de actuación este incidente, el pasado 5 de octubre del presente año.
Los hechos involucran a 7 alumnos de la preparatoria “Margarita Cárdenas de Rentería”, en donde cinco de ellos presentaron malestares resultado de una intoxicación por “brownies” preparados con cannabis.
Los padres de los menores fueron quienes dieron aviso a las autoridades educativas después de que se les dio atención médica a los jóvenes afectados.
Ante esto la SEER estableció el protocolo de actuación dictada por la SEGE, consistente en la investigación de los hechos con los padres de familia y sus hijos, a quienes se les ofreció ser canalizados a instituciones especializadas en el tratamiento de las adicciones.
Los cinco alumnos acuden de manera normal y cotidiana a la preparatoria donde están inscritos, mientras que los otros dos restantes fueron cambiados de horario e institución respectivamente. Todos deberían someterse a talleres de prevención sobre adicciones.