El pasado Viernes Santo 11 de abril, se habría celebrado la edición 67 de la tradicional Procesión del Silencio en San Luis Potosí, donde cerca de dos mil personas tomarían parte del contingente que marcharía por calles del Centro Histórico de la capital para representar el camino de Jesús hacia el Calvario, y acompañar a la Virgen de los Dolores en su pesar, sin embargo el evento tuvo que ser cancelado por la contingencia sanitaria del Covid-19, excepto por un solitario cofrade que decidió con cruz en sus manos, realizar por cuenta propia el recorrido.
Ataviado con la indumentaria característica de la cofradía del Encuentro, el encapuchado que portaba un cubrebocas, marchó desde el tradicional punto de partida: la puerta principal del templo del Carmen, para de ahí tomar por algunas calles como Manuel José Othón, pasando por un costado de Catedral y de ahí hacia el templo de San Francisco, para detenerse por algunos momentos a ofrecer una oración.
El personaje retornó al punto donde inició su andar para una última oración y de ahí se alejó, no sin antes comentar brevemente que ante la complicada situación de salud que acecha a la sociedad, la Procesión del Silencio en solitario, es una manera de ofrecer un acto de fe en favor de las personas que padecen del Covid-19, y de aquellos profesionales de la salud que cumplen con su responsabilidad en el cuidado de ésta gente.