El director de la Comisión Estatal del Agua (CEA) Gabino Manzo Castrejón reconoció que aún no hay negociaciones con los ejidatarios propietarios de los terrenos en donde se ubicará la presa de “Las Escobas” en las estribaciones de la Sierra de San Miguelito, puesto que aún no se sabe qué área se estará ocupando.
Apuntó “estamos trabajando en eso, es un tema que hay que ver, hemos tenido ya algunos acercamientos pero apenas se está realizando el proyecto ejecutivo y una vez que se tenga el proyecto ejecutivo podremos conocer el tamaño real del vaso y hasta que no sepamos las dimensiones de esta área no podemos saber la cantidad de hectáreas que se requieren”.
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Manzo Castrejón dijo además que de cualquier forma ya ha habido algunas pláticas con el comisariado ejidal, pero primero se les tiene que presentar el proyecto y la información clara para entrar en alguna negociación, es decir no se puede comenzar con base en suposiciones sino que se les tiene que llevar ya cuantas y cuales hectáreas se requieren.
Asimismo expuso que aunque originalmente se pensaba que el agua de esta presa podría conectarse directamente a la planta de tratamiento de “Los Filtros”, ahora ya se tiene contemplado en el proyecto incluir una nueva planta tratadora “Los Filtros II” porque de nada sirve que se tenga una nueva presa si la capacidad de potabilización será limitada.
Por otro lado al respecto del acueducto y presa de “El Realito”, explicó que desde el gobierno estatal se seguirá insistiendo en que la empresa operadora haga lo posible para que se opere en las mejores condiciones, pero se sabe que hay un problema de origen que tiene que ver incluso con los materiales utilizados.
Finalmente refirió que además en el tema jurídico, está establecido que una finalización anticipada del contrato por parte de las autoridades implica una cifra de indemnización de unos mil 400 millones de pesos lo cual realmente es inviable, de entrada es un recurso que no se tiene y en segundo lugar pues las autoridades firmantes realmente han sido las afectadas por el pésimo servicio, por lo que no tendrían porque pagar una indemnización de esa magnitud a una empresa privada.
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