El 2018 fue un año crítico para los derechos humanos en materia de salud, seguridad y justicia, además continúan las desapariciones, la tortura, el abuso a migrantes, el desplazamiento forzado, los ataques a periodistas, manifestó la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en su informe anual, presentado ayer 3 de junio, ante la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.

Ante este planteamiento, el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), Jorge Andrés López Espinosa, respaldó el planteamiento de la CNDH y reconoció que México enfrenta una crisis en la garantía y respeto a los derechos humanos.

López Espinosa apoyó las palabras del ombudsman nacional, Luis Raúl González Pérez, quien refirió que el país no puede prescindir de espacios y vías para posibilitar la reflexión y el entendimiento mediante pluralidad, tolerancia y respeto, donde agregó que el piso común para sustentar cualquier cambio debe ser la legalidad, el respeto a la dignidad humana y la vigencia de los derechos humanos.

"La CNDH al igual que la CEDH son instituciones autónomas del Estado, con independencia de gobiernos, partidos o intereses políticos, cuya vocación está en el servicio a México y a San Luis Potosí, respectivamente, ejerciendo el papel de un contrapeso institucional", agregó.

Cabe señalar que, en 29 años de existencia de la CNDH, el informe anual de labores no se presentó directamente al Presidente de la República y se entregó a la Secretaría de Gobernación.

sergio.marin@clabsa.com.mx

apl

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