Ayer 14 de octubre de 2020 se entregó y firmó ante los representantes del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) el documento donde se avala el Proyecto del Proceso de Reparación Simbólica del daño a la familia de Karla Pontigo Lucciotto y a las mujeres que han sido víctimas de feminicidio en San Luis Potosí.
Este 28 de octubre se cumplirán ocho años del asesinato de Karla Pontigo Lucciotto en el ya desparecido antro “Play” de la avenida Carranza, establecimiento que era propiedad de Jorge Vasilakos. Desde esa noche inició la lucha de Esperanza Lucciotto para dar con los responsables del feminicidio de su hija, quien en ese entonces tenía 22 años de edad.
Las investigaciones desde un comienzo estuvieron plagadas de irregularidades. En el documental “Justicia para Karla Pontigo”, Esperanza Lucciotto narra que las pruebas donde se comprobaba que esa noche su hija había sido agredida sexualmente desaparecieron, además de que trataron de convencerla de que la muerte de Karla había sido un accidente.
Miguel Ángel García Covarrubias, el entonces procurador de justicia del estado, casi un año después del asesinato de Karla Pontigo Lucciotto dirigió la reconstrucción de los hechos en el antro “Play”; esta mecánica de los hechos se hizo casi totalmente a oscuras debido a que el establecimiento no contaba con luz, por lo que con sólo lámparas de mano se hicieron las diligencias.
Fue en ese año, 2013, que los restos de Karla Pontigo Lucciotto fueron exhumados del Panteón del Saucito por primera vez, para tratar de encontrar más evidencia forense que derribara la línea de investigación que señalaba que la joven estudiante de nutrición habría muerto de manera accidental.
La impunidad y negligencia con las que fue manejado el caso por las autoridades potosinas, impulsó a Esperanza Lucciotto a tocar las puertas de las instancias de procuración de justicia a nivel nacional e internacional, además de buscar protección debido a que ella y su familia han recibido amenazas en la búsqueda de encontrar al responsable del asesinato de Karla.
En mayo de 2017 durante una rueda de prensa, Amnistía Internacional declaró, “el Estado encubrió por meses al asesino de Karla Pontigo, al esconder pruebas e investigarlo como un accidente, por ello se tomó el caso y se envió a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), en donde actualmente está bajo el estudio de Alfredo Gutiérrez Ortiz juez que dictó sentencia en el caso de Mariana Lima Buendía…”
Dos años después SCJN, el 13 noviembre de 2019, ordenó bajo el amparo en revisión 1284/2015 que la muerte de Karla Pontigo Lucciotto tenía que investigarse desde cero por la ahora Fiscalía General del Estado. La Primera Sala del máximo tribunal aseveró que la entonces Procuraduría de Justicia de San Luis Potosí, violó el derecho a acceso de justicia de la víctima y su familia al no indagar bajo protocolo de feminicidio a pesar de las evidencias.
Este noviembre, se cumplirán 12 meses de la resolución emitida por la SCJN, las investigaciones siguen estancadas, por lo que la lucha de la familia Pontigo Lucciotto continúa a casi ocho años del feminicidio de Karla. Con la colocación de este memorial se abona a la reparación simbólica del daño, sin embargo se seguirá exigiendo a las autoridades la búsqueda y acción penal en contra de los feminicidas de Karla Pontigo Lucciotto.