Durante el mes de octubre la Cineteca Alameda, ubicada en la capital de San Luis Potosí abrió sus puertas para que las y los ciudadanos puedan conocer las entrañas del recinto cultural, de manera gratuita.
Este escalofriante recorrido además de ser una actividad como parte de Día de Muertos y Halloween, también es un evento cultural que ayudará a los potosinos a conocer la historia del inmueble, informó el director de la Cineteca Alameda.
“Abrir los espacios no es nada más llenar las salas y ver películas, es invitarlos a recorrer este edificio desde la parte más baja que está en la Cineteca hasta la parte más alta olvidada por muchos que es la Gayola”, comentó.
En punto de las 11:00 de la noche, personas disfrazadas, adolescentes y adultos que hicieron hasta cuatro horas de fila para conseguir un boleto, lograron entrar a la sala principal de la Cineteca Alameda con la expectativa de conocer el túnel que conecta este recinto cultural con la caja de agua de la Alameda Juan Sarabia, así como saber de primera mano las leyendas que se escuchan del lugar.
Tras una introducción sobre los orígenes de la Cineteca Alameda, antes llamado Cine Teatro Alameda, construido en 1940 y remodelado en el 2005, el director dejó con los pelos de punta a los y las visitantes del primer grupo que ingresó, tras contarles que con el derrumbe del techo del inmueble en 1999, un albañil de nombre Manuel murió en el lugar y se aparece a altas horas de la noche.
Luego de una explicación sobre las zonas en donde Manuel ha sido visto y la advertencia de señalética que hay en el corazón de la Cineteca como advertencias de: “peligro”, “Cristo viene” y cruces, a raíz de la muerte de Manuel y otra persona, los más valientes ingresaron a la parte baja del escenario del cine.
El ingreso al túnel es difícil, a humedad y el angosto y reducido espacio que hay dificulta la respiración, sin embargo, las complicadas condiciones que hay en el sótano a bajo de las butacas de la Cineteca no fue impedimento para que los curiosos se retrataran con la firma de “octubre de 1940” que albañiles pusieron en el lugar para conmemorar el término de la construcción del espacio cultural que operó hasta 1995 y que se construyó para hacer referencia al estilo “Californiano “que tenían los cines en California, Estados Unidos.
A la expectativa de conocer más lugares escondidos de la Cineteca y tras subir más de 20 escalones, los más curiosos llegaron a la parte antigua y abandonada de la Cineteca, que durante años estuvo cerrada al público, la zona conocida como “Gayola”; esta área del antiguo Cine, Teatro Alameda daba accesibilidad a personas de bajos recursos para que también pudieran disfrutar del cine que se proyectaba por cinco pesos.
Actualmente quedan solo vestigios de placas de concreto que servían como asiento de las personas que no podían comprar un asiento cercano a la pantalla.
En esta zona el ambiente se tornó más lúgubre, las telarañas naturales, sonidos de ratas llorando y la cruz principal que pareciera haber sido hecha con sangre tampoco espantó a las y los potosinos, si no que alimentó la curiosidad de saber si en este recinto se llegaron a practicar rituales satánicos mientras estaba en abandono.
Pasada cerca de la media noche y después de explicaciones culturales el recorrido culminó en el tercer piso de la Cineteca, en donde cualquier rastro de posible miedo se acabó, pues la vista dela ciudad atrapó las miradas y cámaras fotográficas de los asistentes al recorrido.
Los recorridos nocturnos de la Cineteca están habilitados para 70 personas divididas en dos grupos, debido a los espacios angostos por los que se tiene que pasar, por lo que muchos potosinos potosinas se han quedado sin boleto, no obstante derivado de la alta respuesta que ha habido, el director adelantó que se está platicando la posibilidad de abrir más fechas.
Aunque hasta el momento se contempla que el último recorrido por el mes de octubre se realice el próximo viernes 28 de octubre luego de la última función de cine que está programada para las 11 de la noche, es decir, que el recorrido se dará entre la una y las dos de la noche… con la suerte de tal vez poder ver a Manuel.