Los edificios del Centro Histórico de la capital no cuentan con la infraestructura adecuada para que personas con alguna discapacidad puedan acudir o hacer uso de las instalaciones, ejemplo de ello es el edificio legislativo de Plaza de Armas, que cuenta un elevador pero éste no funciona, por lo que las personas en silla de ruedas que acuden a este espacio tienen que ser cargadas.
Una de las afectadas por la inoperancia del elevador fue Alma Delia Carrillo Estrada, quien acudió al recinto para manifestar su postura en contra de la propuesta para despenalizar el aborto, presentada este jueves, sin embargo, al solicitar utilizar el elevador le dijeron que estaba fuera de servicio.
Para subirla hasta el recinto fue necesario el apoyo de “cuatro guaruras”, señaló Carrillo Estrada, quien agrega que esta no es la única barrera arquitectónica a la que se ha enfrentado pues la mayoría de los edificios no cuentan con las instalaciones adecuadas para la movilidad de personas con discapacidad motriz.
Señaló que si pudiera solicitar algo son baños públicos para personas que utilizan sillas de ruedas, ya que es uno de los servicios que cuando acude al Centro Histórico le parece complicado de acceder.
Al verificar la ubicación del elevador, la puerta estaba cerrada y afuera, obstruyendo la entrada, se encontraba un pulidor de pisos, lo que revela que desde hace tiempo el equipamiento no se utiliza.
Carrillo Estrada forma parte de la agrupación Saucillo de Vida para personas con discapacidad.
apl