Hasta el proceso electoral puede influir en el consumo del alcohol, debido a que forma parte de las cosas que cotidianamente pensamos, aunado a las cuestiones económicas complicadas, el trabajo o el tráfico, hace que  generemos más estrés y se busque desahogarlo a través del consumo de una sustancia legal, señaló el director de la Facultad de Psicología de la UASLP, Omar Sánchez Armass Capello.

Estimó que existe un nerviosismo cotidiano que está provocando que pasemos menos tiempo en casa, lo que hace que el estrés sea crónico y se recurra a una sustancia como el alcohol, que además gana terreno entre la población juvenil.

"Existen varios factores que influyen en el consumo del alcohol entre los jóvenes como la presión social,  el tratar de obtener un estatus. Necesitamos apostarle al trabajo preventivo, por mucho dinero que le invierta el gobierno para contrarrestar la venta o sancionar,  se requiere que haya un trabajo de conciencia y de valores dentro de las familias y llevar a más escuelas la labor de conciencia entre los niños y jóvenes ", señaló.

Apuntó que el problema no es el consumo de alcohol,  sino el exceso en el que pueden incurrir las personas e identificar los síntomas de alguna adicción  para que la persona sea atendida en los centros o lugares especializados.

Reconoció que existe una lucha mercadológica en las que las promociones para consumir el alcohol son más atractivas que una relacionada a la prevención,  sin embargo, reiteró la importancia del trabajo preventivo para tratar de bajar la incidencia de casos.

sergio.marin@clabsa.com.mx

apl

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