Con la suspensión de varias actividades sociales a causa de la contingencia sanitaria por el coronavirus, el sector restaurantero de San Luis Potosí reportó, en apenas un par de días, una caída del 60% en la mayoría de los 400 filiados a la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentadados (Canirac).
El presidente de este organismo, Juan Carlos Banda Calderón, manifestó que la postura es mantener abiertos los negocios; sin embargo, esperarán la determinación que disponga la Secretaría de Salud estatal para un eventual cierre, pues aclaró que en este momento el escenario es incierto, aunque las pérdidas en la cadena de suministro ya se empiezan a notar y la recuperación para el sector puede tardar hasta siete meses o más.
Señaló que en este momento cada dueño está haciendo sus proyecciones respecto del impacto de estas medidas, pues deben pagarse proveedores, nóminas y gastos fijos para mantener funcionando al sector, donde particularmente los meseros son los más afectados, pues varios de ellos tienen como única fuente de ingreso los sueldos y las propinas que obtienen a través de su actividad.
“Los meseros, por ejemplo, si no saben hacer otra cosa, no pueden ir a otro trabajo, los nietos tienen que comer, no sabemos adónde vamos a ir, habrá que hacer hasta el último esfuerzo, además están llegando informaciones espantosas con cierres de restaurantes por WhatsApp.
"Cuando se trata de un mensaje de España, nos estamos “autoasustando” y hay que actuar de manera muy responsable, y obedecer en momento en que las autoridades de salud digan qué es lo que se tiene que hacer”, comentó el presiente local de Canirac.
Señaló que a nivel nacional, la cámara restaurantera, junto al resto de los organismos empresariales, habrán de establecer una propuesta para presentarla al Gobierno de México, con el fin de que se apoyen estrategias para enfrentar la pérdida económica en éste y otros sectores en el país, ya sea mediante la aplicación de estímulos fiscales o algunas medidas adicionales.
etp