El semáforo amarillo de riesgo epidemiológico por Covid-19, permitió que algunos templos e iglesias permanecieran abiertas para poder ser visitados en el tradicional recorrido de los "siete altares", mismo que se realiza en la entidad potosina cada Jueves Santo del año.
Pese a que la afluencia de gente no se compara con lo que se vivía antes de la pandemia, si hubo vendimia y potosinos en los centros religiosos.
Aunque en las calles del Centro Histórico este Jueves Santo la movilidad se reactivó, por la visita a los templos, para la señora Elba Torres, que vende cirios y panes para bendecir desde hace más de siete años, en el atrio de la Iglesia de San Agustín, las ventas de este día en comparación con otros han sido por debajo del 70%.
“Años anteriores no había ni paso, estaba saturado de gente y si por la pandemia creo que tenemos miedo a salir, incluso otros comerciantes ni siquiera vinieron, no sabíamos que si se iban a realizar las tradiciones de Semana Santa, sin embargo, gracias al cambio de semáforo si se llevó a cabo esta celebración”, agregó.
Comentó que aunque sabía que este año las ventas serían bajas por el temor de la gente ante el Covid-19, lo poco que ha podido recuperar de la inversión cercana a los más de 20 mil pesos en cirios pascuales y panes de apóstol, que se usan para bendecir y luego compartir en familia, sirve, ya que el año pasado no hubo ganancia alguna por el cierre de iglesias por los altos casos de contagio en el estado.
“El año pasado no venimos a vender, pero este año aquí estamos intentando sacar algo”, finalizó.