A partir del 29 de marzo de 2025, las escuelas públicas de San Luis Potosí implementarán una medida histórica: la prohibición de la venta y promoción de comida chatarra y bebidas azucaradas en sus instalaciones.
Esta iniciativa forma parte de la Estrategia Nacional de Vida Saludable, impulsada por la Secretaría de Educación Pública (SEP), con el objetivo de mejorar la alimentación y la salud de los estudiantes en todo el país.
Con la entrada en vigor de esta medida, las cooperativas escolares deberán ofrecer alternativas nutritivas que contribuyan al bienestar de los alumnos. Entre las opciones permitidas se encuentran:
Frutas y verduras frescas: manzanas, peras, zanahorias, pepinos y jícamas, entre otras.
Frutos secos y semillas: cacahuates naturales, almendras y semillas de girasol sin sal añadida.
Productos integrales: pan integral, galletas sin azúcar y cereales integrales.
Lácteos bajos en grasa: yogur natural sin azúcares añadidos y leche descremada.
Preparaciones tradicionales: tortas de frijoles, sandwich de jamón y quesadillas.
Según la iniciativa, estas alternativas buscan fomentar hábitos alimenticios saludables desde temprana edad, reduciendo el consumo de productos ultraprocesados que contribuyen al sobrepeso y la obesidad infantil.
Para conocer la opinión de la comunidad, EL UNIVERSAL San Luis Potosí realizó un sondeo entre madres de familia y personal de diferentes escuelas de la ciudad.
Sus testimonios reflejan una mezcla de expectativas y preocupaciones:
Mercedes López, madre de un estudiante de primaria, comentó:
"Me parece una excelente iniciativa. Es importante que nuestros hijos tengan acceso a alimentos saludables en la escuela, espero que esta medida realmente se cumpla y no quede sólo en el papel ya que al momento todo sigue igual".
Laura Martínez, comerciante dentro de una tienda en una secundaria añadió:
"Es un paso positivo, pero lamentablemente los niños no compran cosas saludables y seguimos vendiendo lo mismo hasta la fecha".
Fátima Cárdenas, mamá de una adolescente mencionó:
“No creo que se haga realidad, ya que la escuela de donde más saca (dinero) es de la comida chatarra; comida saludable tienen los niños en casa, nadie va a comprar".
A pesar de las buenas intenciones, la implementación de estas medidas enfrenta desafíos. Será necesario un esfuerzo conjunto de autoridades, escuelas y familias para asegurar que los estudiantes adopten y mantengan hábitos alimenticios saludables.