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La Iglesia Católica en San Luis Potosí instruyó el cierre de los templos, a menos que se garanticen las condiciones sanitarias requeridas por las autoridades, las cuales implican la limpieza periódica de las parroquias, de las bancas, así como la asistencia no mayor al 20% del aforo; esto, con motivo del inicio de la fase 3 de contingencia por coronavirus.
El vocero de la Arquidiócesis, Jesús Priego Rivera, comentó que sólo se permitirá la apertura de las iglesias cuando se garantice el cumplimiento de las condiciones expuestas y que éstas permanezcan debidamente vigiladas para evitar robos, además de que no deben permanecer abiertas por más de cinco horas.
Agregó que la indicación del arzobispo Jesús Carlos Cabrero Romero es aplicar la sana distancia y que las capillas de adoración en algunos templos permanezcan cerradas, así como que las pilas de agua bendita se inhabiliten.
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Señaló que no podrán realizarse misas ni bautizos, tampoco fiestas patronales, además se deberán establecer medidas de sana distancia al momento de realizar confesiones y, en caso de asistir con pacientes con Covid-19, posponer las visitas, aún cuando las personas estén en condición estable en sus domicilios.
También se indicó que no se llevarán a cabo misas de cuerpo presente de las personas que hayan muerto por coronavirus, que las oficinas parroquiales podrán permanecer abiertas y que se debe garantizar la devolución de anticipos por ceremonias religiosas a quienes las solicitaron.
“Se endurecen las medidas como lo requiere la situación, creo yo que entre más ganas le echemos en salir adelante, más rápido vamos a salir de esto. México no puede estar detenido tanto tiempo, hay muchísimas cosas que nos preocupan, no solamente el coronavirus, sino también la violencia que se ha disparado”, concluyó.
etp
