La Iglesia Católica en San Luis Potosí no descarta la posibilidad de reducir de nueva cuenta la presencia de feligreses al interior de los templos como medida de seguridad para evitar la propagación del coronavirus, dependiendo del estatus del semáforo que guarde la entidad y ante la advertencia de que este podría retornar a rojo.
Al respecto, el nuevo vicario General de la Arquidiócesis, Gilberto Amaya, quien asumirá formalmente esta encomienda hacia el 22 de julio, comentó que la institución se mantiene al pendiente de las acciones que la autoridad sanitaria determine para mantener algunas de las actividades.
Sin embargo, podrían regresar a únicamente permitir la presencia de 30 feligreses o más, dependiendo de la capacidad de cada templo y de que en cada espacio se cumplan con las medidas de seguridad exigidas.
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A su vez, el vocero de la Arquidiócesis, Juan Jesús Priego Rivera, hizo un llamado a toda la población para que asuma una actitud de corresponsabilidad y acate las recomendaciones que la autoridad sanitaria emite para evitar que el virus se propague más y se ponga en riesgo la capacidad de atención hospitalaria con lo que cuenta el estado potosino.
“El riesgo de saturar los hospitales siempre estará presente y corresponde tomar las medidas pertinentes, es complejo el fenómeno, pero hay que cuidar que la salida se tome con todas las medidas, de tal manera que no nos contagiemos”, señaló.
etp