La iglesia católica en San Luis Potosí reconoció, aunque también lamentó, que sacerdotes u otros personajes reconocidos de distintas localidades en los estados azotados por la violencia hayan tomado la iniciativa de convocar a los cabecillas de grupos criminales para llegar a treguas y acuerdos con la intención de detener la espiral de ataques armados y asesinatos que van en aumento.
“Ante la falta del responsable (de la seguridad), pues nadie más que un sacerdote o un maestro sabe de lo que adolece su comunidad y es muy triste y muy doloroso que tengan que ir a mediar con los criminales, incluso para que se respeten los templos o las escuelas. Es una situación lamentable, pero pues es que no hay de otra”, señaló el vocero del Arzobispado de San Luis Potosí, Tomás Cruz Perales.
Cruz Perales indicó que lo ideal y lo que todo mundo quiere es que las autoridades hagan su trabajo y se pueda alcanzar la paz y se erradique la violencia; no obstante, lamentó que San Luis Potosí se ha visto afectado por la inseguridad con hechos como los registrados hace unos días con balaceras y cuerpos desmembrados en la zona media.
“La gente vive con miedo, queremos que regrese la paz”, añadió.
Tomás Cruz Perales no descartó que en su condición de sacerdote también podría tomar la decisión de mediar entre grupos criminales.
El vocero del Arzobispado indicó que si en lo personal se viera en medio de una situación como en la que lamentablemente han estado algunos de sus colegas en otros estados, seguramente también haría lo mismo “lo importante es que haya paz, que haya treguas, es lo que necesitamos”.
Insistió en que no es lo ideal y que no se va a solucionar el problema de raíz, pero es necesario lograr un alto al fuego para tomar un respiro y para que paren las muertes violentas.
“Sabemos que estas personas de estos grupos no van a entrar en razón fácilmente, pero así como lo han hecho otros, no sólo sacerdotes, se podría intentar. Hay mucha gente que está tratando de alcanzar la pacificación convocando directamente a los criminales”, puntualizó.
A mediados de este mes, el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Guerrero, José de Jesús González Hernández, afirmó que junto con otros tres obispos plantearon a los líderes de las organizaciones criminales que operan en el estado una tregua para detener la violencia.
Desde la catedral de Chilpancingo, González Hernández afirmó que los líderes criminales se negaron a pactar la tregua porque no estuvieron de acuerdo en ceder parte de los territorios que controlan.
“No lo sueltan, les ha costado vidas, les ha costado trabajo, les ha costado dizque que ganárselos y no lo sueltan. Entonces aquí sí tenemos que buscar otras maneras de ofrecer esta mediación. […] Ambicionan los cobros (de extorsiones), ambicionan, un afán de dinero, un afán de poder y con esto no pudimos”, dijo González Hernández.
*Con información de Arturo de Dios Palma