Cada vez son mas recurrentes los nombres en personas relacionados con seres mitológicos, deportistas o actores de televisión, por lo que la iglesia católica recomendó a sus feligreses evitar en lo posible, la imposición de nombres que no tengan un sentido cristiano, ya que más padres de familia designan nombres a sus hijos como “Luz Bella”, que por más hermoso que parezca, se refiere a Luzbel, es decir a Satanás o bien nombres relacionados con la lucha libre como “Blue Demon”.
En opinión de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, con el bautismo, se adquiere una nueva identidad, además de formar parte de la comunidad cristiana, por lo que el nombre de un bautizado tiene que ser algo que lo motive y que le pueda representar un modelo de vida.
En uno de los artículos publicado por el Presbítero Héctor Colunga Rodríguez a través del semanario “La Red”, se menciona que anteriormente se designaba el nombre del santo el día del nacimiento como José o Francisco, u otros relacionados con acontecimientos de la Virgen María como Asunción o Encarnación, además de aquellos que aunque raros, tienen relación con algún santo como Nicéforo, Teódula, Teodocia, Eustaquia, entre otros.
“Hay quienes ponen nombres de medicina porque se oye bonito: “Nodiamex”, “Texoven”, “Voltrol”, “Meclison”, o por acontecimientos de la patria “Aniderev”, además de nombres de héroes como Emiliano Zapata o Miguel Hidalgo y finalmente, nombres de continentes como América o África” refirió.
Hizo un exhorto para que en adelante, se elijan nombres cristianos a los niños que se van a bautizar y que sean ejemplo de vida.
La situación por los nombres llamativos ya se hizo extensiva a las oficialías del registro civil, donde se busca persuadir a los padres de familia que buscan registrar a sus hijos que eviten nombres como Britany, Brayan o Bryan, Kevin, Jovanny, Edward y Johan, no llamarlos así, y mejor utilicen un nombre en español.
Según refieren, desde hace varios años antes de elaborar el acta de nacimiento, se les orienta sobre las posibles consecuencias de poner nombres raros, ofensivos, denigrantes, peyorativos o extranjeros.
La obligación como personal de esta dependencia es hacerles ver que pueden evitar que sus hijos sean víctimas de burlas, señalamientos y hasta daño psicológico cuando estén más grandes.
Sin embargo, pese a los consejos y orientación, existen algunos padres que se empeñan en poner este tipo de nombres “impronunciables” a sus descendientes.
Cabe señalar que en redes sociales se han intensificado las burlas de las personas que fueron registradas con los nombres extranjeros referidos.
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gpl