El director de la Comisión Estatal del Agua (CEA) Pascual Martínez Sánchez reveló que el sistema de tratamiento de aguas residuales en la entidad está mal, de entrada porque aunque que existen unas 110 plantas tratadoras de aguas residuales (PTAR) en los 59 municipios, al día hoy sólo operan 39, las demás no funcionan por diversos factores que van desde descomposturas, problemas con las constructoras y hasta temas políticos.
El funcionario expuso “nosotros como estado tenemos que apoyar a los municipios para que puedan remediar y poner en operación las plantas de tratamiento que ya tengan… nosotros les apoyamos de manera técnica para que las puedan recuperar e incluso les apoyamos para que accedan a programas federales y cumplan con su obligación legal del tratamiento de las aguas residuales”.
Detalló que por ejemplo está el problema de la PTAR de la comunidad de Escalerillas en la capital potosina que ha estado abandonada durante ya algún tiempo, desafortunadamente su rehabilitación se ha visto empañada por temas políticos, lo cual no solo deriva en que la gente que vive en esta localidad no tenga el servicio sino que además afecta a toda la ciudad porque muchas de estas aguas sin tratar terminan en el vaso de la presa de “San José” que luego envía el líquido a la red de agua de Interapas.
Martínez Sánchez añadió que por otro lado está la PTAR de “El Morro” en Soledad de Graciano Sánchez que es un proyecto que sigue “vivo”, pero se encuentra frenado por el conflicto que existe con la empresa que ganó la licitación para la construcción de la misma y con ellos se sigue negociando para que puedan hacer la inversión necesaria para concluir la planta y pueda entrar en operación.
Asimismo comentó que la situación es que la empresa señala que no cuenta con la solvencia económica para hacer las últimas obras que se necesitan y también las reparaciones que ya también se ocupan puesto que estos años que ha estado en abandono ha sufrido ya también vandalismo y saqueo, pero gobierno estatal no puede recibirla hasta en tanto no se cumpla completamente lo que establece en el contrato.
Finalmente argumentó que la obra está prácticamente concluida, incluso cuenta con las líneas de conducción a ejidos vecinos a donde se tiene que regresar el agua tratada, desafortunadamente no hay un tiempo perentorio establecido para concluir las obras, de ahí que se ha hecho un trabajo de gestión con la empresa y de “presión” para que hagan lo que de acuerdo al contrato tienen que hacer.