Desde la entrada principal del Festival Navideño, ubicado en las instalaciones de la Feria Nacional Potosina (Fenapo), se escucha la voz de un niño que canta canciones rancheras, entonado y con mucho sentimiento Juan Pablo, un menor de 11 años deleita a los visitantes del festival en la capital de San Luis Potosí.
Vestido con traje de charro en color negro y detalles dorados, acompañado de una bocina, un micrófono, pistas musicales y un bote para propinas, Juan Pablo se planta desde temprano a un lado de las letras monumentales de la Fenapo, para hacer lo que más le gusta, cantar canciones de regional mexicano.
A Juan Pablo lo que menos le da es pena, su pasión y amor por la música hace que con cada interpretación alegre el día de los visitantes que lo escuchan atentos y quedan hipnotizados con su voz, no solo deleita a los presentes con su manera de cantar, cada día se gana una monedita que invierte en este sueño de convertirse en un intérprete del regional.
Desde los ocho años y luego de escuchar artistas como Pedrito Fernández, Luis Miguel o Pablito Ruíz, el menor que actualmente cursa sexto de primaria, le comunicó a su mamá sus ganas de llegar a ser un gran cantante y representar a su natal San Luis Potosí; poco a poco se fue formando como un cantante empírico, pues de escuchar canciones y cantar solo en reuniones familiares, se lanzó a realizar interpretaciones en la calle.
“Desde chiquito ya me había gustado mucho cantar (…) lo que más me gusta es que la gente se detenga y me escuche, que se alegre escuchándome”, comentó emocionado.
En entrevista para EL UNIVERSAL San Luis Potosí, la mamá de Juan Pablo, Maritere Meléndez comentó que su hijo ha aprendido a cantar falsetes y a entonarse gracias a videos de YouTube, ya que en la escuela primaria de Ciudad Satélite a la que va, no ofrecen clases de canto para que se pueda ir formando profesionalmente.
Aunque a la familia de Juan Pablo no le falta comida, ropa o un lugar donde dormir, el dinero no sobra para tomar clases de canto particulares, por lo que con lo poco que gana, lo ahorra para tratar de ser un artista potosino reconocido.
“Estuvimos investigando, somos gente muy trabajadora pero sin recursos y las escuelas son caras, entonces comenzó a investigar y a través de YouTube se puso a practicar con las clases gratuitas, a hacer ejercicios y le gusta. Obviamente le falta mucho porque todo lo que tiene es empírico” agregó.
Aunque a sus ocho años le pidió permiso a su mamá para que lo acompañara a cantar a fuera de la Fenapo y en otros eventos públicos, sus presentaciones se detuvieron por dos años con las restricciones de movilidad por la alta transmisión de Covid-19 en la capital del estado; sin embargo, este 2022 retomó sus actividades de manera esporádica, pues su principal compromiso actualmente es mantener sus calificaciones de 9.5 en la escuela.
Con lo que la gente le da de propina por amenizar el ambiente con su voz, según su mamá, Juan Pablo se ha logrado comprar un teclado pequeño para aprender piano, kits de pintura y dibujo, ya que es un apasionado de las bellas artes; también ha agregado a sus compras un micrófono que lo acompaña y su bocina.
Entre celulares, sonrisas y aplausos personas de todas las edades, disfrutan de cada interpretación de Juan Pablo y el carisma que tiene en cada canción, mientras que él, agradece con una sonrisa este momento.
Juan Pablo hizo una invitación a todos los que acudan al Festival Navideño o a que cuando lo vean en otro evento, se queden a escucharlo y lo ayuden con una moneda, ya que espera seguir mejorando para cumplir su sueño de ser un gran cantante del regional mexicano y que represente a San Luis Potosí.
“Aquí yo creo que voy a estar viniendo (al Festival Navideño en la Fenapo) porque me gusta cantar”, concluyó Juan Pablo.