Poco antes de las 3:00 de la tarde de este viernes 25 de noviembre, mujeres jóvenes, madres, estudiantes se comenzaron a congregar en Plaza de Armas. Este día decidieron unirse marchando para alzar la voz contra la violencia que sufren las mujeres en San Luis Potosí, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.
“Las niñas no se tocan”, “Justicia para Chuyita”, “UASLP misógina”, “Ni una menos”, se leía en las pancartas que cargaban las manos de las asistentes. Un ejercicio de respiración antes de salir a ocupar las calles para denunciar “que nos están matando y el gobierno no hace nada”.
Madres víctimas de violencia vicaria tomaron el micrófono, hace más de un mes este tipo de violencia se añadió a la Ley de Acceso a las Mujeres de Una Vida Libre de Violencia, que buscan investigar y sancionar a los padres que les arrebatan a sus hijos para seguir violentándolas.
Las madres autónomas este año se hicieron presentes, buscan la creación de la Ley Sabina y la Ley Sofía para que el abandono paterno sea reconocido y sancionado. “Basta de burlas, de llamarnos 'luchonas', de que nos dejan porque nosotras podemos, basta que las empresas, familias y sociedad encubran a los deudores alimentarios", advirtieron durante la movilización las colectivas.
Antes de salir a marchar, las madres cuidadoras se pronunciaron. Ellas sufren violencia económica, patrimonial, además por la falta de políticas públicas para que sus hijas, hijos o padres con discapacidad o alguna enfermedad crónica sean atendidos, a ellas se les ha arrebatado el derecho humano al ocio y al tiempo libre: “Si nosotras no cuidamos, ¿quién va a cuidar?”.
La colectiva de madres cuidadoras recordaron el feminicidio de Luz Raquel, madre cuidadora con un hijo autista. Asesinato que el gobierno de Jalisco quiso hacer pasar como suicidio. Ellas han registrado 28 intentos de feminicidio de madres cuidadoras en San Luis Potosí, pero las autoridades sólo los reclasifican y minimizan.
El contigente, encabezado por familias víctimas de feminicidio, avanzó hacia la Fiscalía General del Estado. Al cruzar por Eje Vial, las alcanzó el padre de Chuyita, Jesús Rodríguez, adolescente asesinada en Villa de Arista en septiembre de este año.
A dos meses de este crimen, el gobernador Ricardo Gallardo no ha atendido la audiencia que se le ha solicitado para pedir seguimiento y respuestas contundentes sobre qué le pasó a su hija.
Frente a Fiscalía, Esperanza Luccioto, madre de Karla Pontigo, y Susana González, madre de Lupita Viramontes, se pronunciaron para exigir la creación de la Fiscalía Especializada en Feminicidios. Ambas llevan años tratando de encontrar verdad, memoria, justicia y reparación del daño por los feminicidios de sus hijas.
En ese camino sólo han encontrado indolencia, ineficacia y trabas por parte de las autoridades de procuración de justicia. El padre de Chuyita también tomó la palabra, en su intervención recordó que la gente de las comunidades y los ranchos también importan.
“Cuidamos a nuestras hijas desde que nacen, de tres cuatro meses, aprenden a caminar… crecen y quieren ser alguien… Chuyita quería ser abogada para luchar por este tipo de injusticias y hoy ella ya no puede hablar”, lamenta.
También, se hizo un pase de lista por las víctimas y una vez más se pidió al gobernador Ricardo Gallardo: “Pollo, ponte a trabajar; fiscal corrupto, las madres no creen que los feminicidios vayan a la baja... sólo cambian las cifras, nos cambian de ministerios públicos”.
La marcha siguió hacia la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), donde un grupo de choque comenzó a pintar la fachada del Edificio Central, por lo que se paró la intervención y se pidió que el contingente avanzará por la plancha de Fundadores, donde Jorge Vega Arroyo, quien fuera el titular de la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas (CEEAV), aceleró el pasó al ver al contingente y emprendió la huida.
No se escapó de que le recordaran que sólo “cobra sin trabajar, que caliente el asiento, como todos los funcionarios”, al pasar por detrás de la megapantalla que ha sido instalada en Fundadores, se escuchó salir del contingente “Yo no quiero fútbol, quiero a mis hermanas vivas”.
La movilización terminó en la Plaza de Armas, frente al Memorial de Víctimas de Feminicidio, donde se volvió a exigir a las autoridades que se frene la violencia contra las mujeres potosinas, pero sobre todo que haya justicia por las que ya no están.
